El análisis del Gran Premio de Holanda de MotoGP

Fabio Quartararo ha vuelto a hacer diabluras y ha asestado un golpe a todos sus rivales en la carrera hacia el título en un fin de semana en el que Marc Márquez se sobrepuso a dos caídas para terminar séptimo.

1/ Quartararo y la asignatura pendiente

La regularidad era su asignatura pendiente y parece que el piloto francés está dispuesto a sacarse la espina en el presente ejercicio, ya que no solo es el que más carreras ha ganado en 2021 cuatro de las nueve disputadas- sino que es el único de la parrilla de motogp que ha acabado todos los grandes premios en los puntos. Ha tenido carreras difíciles, como la de Jerez, con los brazos agarrotados y que le obligaron a pasar por el quirófano, pero no hay duda de que cuando estamos a punto de cruzar el ecuador del campeonato es quien está mejor posicionado para destronar a Joan Mir. Hoy, después de una nueva exhibición en Assen, tiene 34 puntos de ventaja sobre su compatriota Johann Zarco y 47 con respecto a Pecco Bagnaia. El binomio que forma Fabio Quartararo con la Yamaha M1 se afianza como el más constante, equilibrado y fuerte de la parrilla. Los resultados así lo reflejan.

2/ Márquez, todo voluntad

El triunfo en Sachsenring nos devolvió la emoción de ver a Marc Márquez en lo más alto. El de Cervera ya advirtió entonces que la pesadilla no se había terminado, que el triunfo en ese circuito en el que ya se ha impuesto en once ocasiones era producto de un cúmulo de circunstancias que supo aprovechar mejor que nadie. En Assen, como era previsible, no le fue fácil. Dos caídas en entrenamientos le dejaron en una posición incómoda de cara a una carrera en la que refrendó que él no se amedranta nunca y que la fe mueve montañas. La séptima plaza final puede parecernos un fracaso, si lo comparamos con la victoria de Alemania, pero teniendo en cuenta lo mal que lo pasado durante estos dos últimos años no me lo parece. Está en franca progresión y, pese a que ha habido momentos en que su estado físico le ha provocado muchas dudas, cada vez pilota con más confianza y seguridad.

3/ Viñales no baja la guardia

La semana pasada comenté que Maverick Viñales había tocado fondo y, gracias a su talento, ha resurgido con ímpetu en los Países Bajos. Muy fuerte en entrenamientos, desde el primero al último, en carrera le faltó la confianza necesaria en las primeras vueltas para engancharse a Bagnaia y Quartararo. El de Roses, que esta vez no salió mal, sabía que no se podía permitir un error y esa precaución inicial le hizo perder unos segundos que al final le impidieron luchar por la victoria. Si atesoró, sin embargo, que tenía buen ritmo y que conduciendo así es capaz de luchar por todo. Se abre ahora un espacio para reflexionar con la pausa veraniega, ya que el Mundial hace una pausa hasta el próximo 8 de agosto, un tiempo que a Viñales le irá de perlas para pensar en el presente y su futuro, buscando las mejores soluciones. Quartararo le aventaja en 61 puntos, pero ninguna misión es imposible para un piloto que muchos ya ven fuera de Yamaha en el próximo ejercicio.