El Gobierno español mantiene su apuesta por matar a la gasolina y el diésel en 20 años
El Consejo de Ministros aprobará el Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética que elimina la venta de coches con carburantes antes de 2040
Todavía faltan 20 años pero parece que el Gobierno español no quiere quedarse sin salir en los papeles antes de 2040. Tal y como ya amenazó al sector hace unos meses, el Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética (de lo que en España tenemos ministerio), sigue su curso y será aprobado por el Consejo de Ministros mañana.
La madre del cordero de esta ley está en que supone sí o sí el abandono tecnológico de los motores de gasolina y diésel antes de 2040... aunque el matiz está en la expresión utilizada: "En desarrollo de la estrategia de descarbonización a 2050 se adoptarán las medidas necesarias, de acuerdo con la normativa de la Unión Europea, para que los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos, excluidos los matriculados como vehículos históricos, no destinados a usos comerciales, reduzcan paulatinamente sus emisiones, de modo que no más tarde del año 2040 sean vehículos con emisiones cero de CO2".
Según fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica, esta ha sido siempre, desde la primera versión, la redacción del artículo sobre las limitaciones para los vehículos de motor de combustión. Osea, que lo vamos a echar todo al eléctrico, una tecnología limpia (aunque no al 100% porque hay que ver cuánto CO2 supone generar un kilovatio de electricidad www.electricitymap.org) para la que de momento España no parece que vaya a estar preparada a nivel de infraestructuras en los próximos 10 años (siendo optimistas).
Ayudas al eléctrico hasta 2025
El texto recoge varios objetivos y promesas, como la que argumenta consultada con el sector para poner en marcha medidas que faciliten la penetración de los vehículos de cero emisiones, que incluirán medidas de apoyo a la I+D+i. Para ello, según la agencia EFE y Europa Press, fuentes ministeriales han indicado que se mantendrán las ayudas a la adquisición de vehículos eléctrico hasta 2025, que es la fecha en que se estima que este tipo de coche seguirá siendo más caro que uno térmico de combustión, pues para 2026 y 2027 habrá ya una paridad de precios, que unida a los menores costes de mantenimiento y energía de los eléctricos, no hará necesarias las ayudas.El nuevo proyecto de ley recoge que las localidades de más de 50.000 habitantes deberán establecer zonas de bajas emisiones no más tarde de 2023, confirmando la tendencia de las grandes ciudades españolas como Madrid y Barcelona, y añaden que cualquier medida que suponga una regresión sobre zonas que ya fueran aprobadas deberá contar con el informe previo del Ministerio para la Transición Ecológica. O sea, que a no ser que cambie el Gobierno previsiblemente todo irá en esa línea.
El gran caballo de batalla seguirá siendo la recarga, aunque desde el ejecutivo lo tienen claro. Respecto a la recarga eléctrica, las instalaciones de suministro de combustibles y carburantes, cuyo volumen anual agregado de ventas de gasolina y diésel de automoción en 2019 sea superior o igual a 10 millones de litros, tendrán que disponer de una infraestructura de recarga eléctrica de potencia igual o superior a 50 kilovatios (Kw), que deberá prestar servicio en un plazo de 21 meses desde la entrada en vigor de la Ley.
Para que nadie se escape a la electrificación sí o sí (no se espera a medio plazo la llegada de motores de agua), a partir de 2021, los titulares de instalaciones nuevas de suministro de combustible y carburantes o los que las reformen tendrán que poner una infraestructura de recarga eléctrica de 50 kilovatios, que deberán prestar servicio desde su puesta en funcionamiento.