Repsol mete un 'zasca' a la Comisión Europea por prohibir coches de combustión en 2035

El presidente de la compañía, Antonio Brufau lamenta que los políticos acaben siendo los que deciden las normativas que acaban limitando las inversiones tecnológicas al favorecer el coche eléctrico.

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, criticó ayer la prohibición de vender vehículos de combustión interna a partir de 2035 debido a la propuesta de la Comisión Europea y ha calificado la medida de "auténtico error".

En su intervención en la junta de accionistas de la energética, Brufau señaló que en Europa, "lamentablemente, todas las normas limitan 'mucho' las tecnologías" hacia una única dirección, en referencia a la electrificación, para solucionar la descarbonización de la economía.

"Esto es un grave error, porque ni la electrificación llegará a todos los sitios ni la electrificación será competitiva (en cuanto a costes)", recalcó Brufau. El presidente de la compañía energética también ha considerado que la propuesta de la Comisión Europea de prohibir los coches de combustión interna "fuerza" a que todo el mundo se pase al vehículo eléctrico.

Desinversión tecnológica

"El vehículo eléctrico va a ser una gran oportunidad, pero no tiene que ser la única", argumentó Brufau antes de señalar que prohibir los coches de combustión interna implicará desinversiones en tecnología, que "nadie se cambie de coche" -y por tanto se consuma más- y que algunas empresas (como Repsol) pierdan "incentivos" para investigar combustibles sintéticos o biocombustibles.

"Estas no son decisiones que tienen que tomar los políticos, son decisiones que tienen que tomar los ciudadanos, que son los que pagarán la factura de la transición energética. Dejemos al ciudadano que decida si quiere un vehículo eléctrico o de combustión", insistió. Además, criticó que este tipo de normas pone límites en lugar de motivar innovaciones y ha abogado por dejar a las empresas que compitan.