Seat inaugura el primer laboratorio de baterías de España

La compañía española ha inaugarado en Martorell un centro de desarrollo e investigación de baterías que prestará servicio a todas las marcas del grupo Volkswagen.

Seat ha inaugurado hoy en Martorell el Test Center Energy (TCE), el centro de investigación y desarrollo de baterías, con lo que da una vuelta de tuerca más al Gobierno español para que arranque el PERTE de automoción, un plan al que la Comisión Europea ya dio luz verde el pasado jueves y del que depende que el grupo Volkswagen adjudique definitivamente la producción en la planta catalana y en la de Landaben (Navarra) de los futuros modelos eléctricos compactos del consorcio automovilístico.

La pelota está, más que nunca, en el campo del ejecutivo español que hoy ha sido representado por la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant.

Desde el Gobierno señalan que la activación del PERTE se llevará a cabo en los próximos días, pero desde la marca española han pedido mayor celeridad en esa puesta en marcha ya que de ello depende el futuro industrial de la compañía. En el acto de inaugural Wayne Griffiths, presidente de Seat S.A. (formado por las marcas Cupra y Seat), ha manifestado que la empresa quiere ser un ejemplo de transformación como país.

Griffiths afirma que: "Tenemos la oportunidad y la responsabilidad de cambiar por completo nuestra industria. Y ahora necesitamos contar con los fondos para hacer realidad estos proyectos. Esperamos que el Gobierno publique el PERTE porque  más retrasos en la convocatoria sería crítico para proyectos relevantes del Future Fast Forward (el plan de futuro electrificado del Seat y el grupo Volkswagen). Debe  ponerse las pilas. Nosotros hemos hecho los deberes". En el trasfondo está el tema de la instalación de una  planta de baterías en España. Griffiths ha señalado que "solo se instalará en España si los incentivos del PERTE lo permiten", por lo que considera que "es  demasiado pronto hoy para hablar de dónde se instalará esta fábrica de baterías".

La ministra Diana Morant ha reiterado que el plan se aprobará "en los próximos días", evitando dar más pistas, lo que no gusta en el sector. La puesta en marcha debe ser muy meticulosa, según reconocen fuentes cercanas, ya que legalmente no puede tener ninguna fisura legal. Es el primer plan de este tipo que Bruselas aprueba y de cómo se ejecute dependerán el resto de planes de ayuda que se pidan desde otros países europeos.

La ministra ha destacado que con laboratorios como este el talento hará posible nuevos sistemas de energía para una nueva  movilidad sostenible y conectada: "Con iniciativas pioneras se contribuye a que el mundo camine hacia la neutralidad climática y un modelo económico más competitivo y justo". No se mojó más.

Un centro ejemplar

La nueva instalación del  Test Center Energy, ubicada en las inmediaciones del Centro Técnico de la fábrica de Martorell, cuenta con  1.500 metros cuadrados y ha sido levantado en apenas un año y medio con un coste de algo más de  siete millones de euros. Se trata del primer centro que se abre en Europa fuera de los que el grupo tiene en Alemania, y completa la red de desarrollo junto a los existentes en Estados Unidos y China.

El nuevo centro cuenta con varios espacios de ensayo para la validación de módulos de celdas, baterías de media y alta tensión, así como diferentes cargadores utilizados en toda la gama de vehículos electrificados. También dispone de varias  cámaras climáticas que permiten realizar pruebas con las baterías y módulos bajo condiciones térmicas extremas (de -25 hasta 55 grados de temperatura), simulando así los diferentes entornos en los que se puede encontrar un automóvil durante su ciclo de vida.

El TCE tiene una potencia instalada de 1,3 megawatios (la necesaria para unas 350 viviendas con todos los electrodomésticos en funcionamiento), cuenta con 25 empleados y dispone de una capacidad para hacer anualmente hasta 6.000 análisis completos de validación de las funciones relacionadas con el sistema de alto voltaje. las baterías se someten a una media de 17.500 horas de pruebas para garantizar el rendimiento durante todo su ciclo de vida. Los responsables del centro insisten en la importancia de esas pruebas y coinciden en señalar que una parte clave será el trabajo para el reciclaje de las baterías y sus materiales.