Wallbox arranca su cotización en la bolsa de Nueva York y sus acciones suben un 11%

La empresa de cargadores eléctricos española recibe una financiación de 217 millones de euros en la salida a bolsa y su valor se coloca en 1.200 millones

Cuando hace seis años Enric Asunción y Eduard Castañeda fundaron en un pequeño almacén en las afueras de Barcelona Wallbox, la empresa catalana que se dedica a soluciones de carga para vehículos eléctricos y gestión de energía, su objetivo central era convertir su 'start-up' en líder mundial de esas cargas, tanto en la casa como en el trabajo y en la calle. Ayer lunes, la aventura de Wallbox se hizo más grande con el inicio de su cotización en la bolsa de Nueva York, el NYSE.

En esos primeros momentos de aventura empresarial los dos ingenieros que fueron compañeros de facultad en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) se decían también: “si lo hacemos muy, muy, muy bien saldremos a la bolsa”, según recordaba Asunción, consejero delegado. Y dónde hablaba, en el 'parquet' de la bolsa de Nueva York, permitía entender que lo hiciera cargado con sentimientos de “emoción y felicidad” y con la sensación de estar viviendo “un sueño hecho realidad”.

Tras Asunción, el jefe producto (Castañeda) y Jordi Lainz, consejero financiero, en las pantallas del NYSE vibraban ya las letras WBX, el símbolo de las acciones con que Wallbox ha empezado este lunes a cotizar en la bolsa neoyorquina, donde los títulos han arrancado a un precio de 9,79 dólares.

Inyección de capital

Y empieza una nueva etapa tres días después de que se cerrara formalmente la combinación de negocios anunciada en junio con Kensington, una empresa de adquisición de propósito especial (SPAC) que además de asegurar la entrada de 252 millones de dólares (217 millones de euros) ha permitido esta salida a bolsa, en la que la empresa ha hecho su debut valorada en 1.470 millones de dólares (unos 1.200 millones de euros). En su arranque bursátil, Wallbox logró que sus acciones se disparan un 11%.

Los responsables de Wallbox, en el parqué neoyorkino.
“Estamos encantados con venir a este mercado, con inversores a largo plazo y con la SPAC que nos trae inversores y personas de mucha experiencia en el sector de la automoción y experiencia para la compañía”, explicaba Asunción, que recordaba también que su empresa tiene “ ventas en 80 países, el mejor margen bruto del sector, productos en todos los segmentos y es líder mundial de carga en casa” y es ya también “best seller” en Amazon.

“Estamos en un mercado que está empezando”, subrayaba el cofundador, “y de hecho el 97 por ciento, los cargadores están pendientes de instalar en el mundo y queda un crecimiento exponencial hacia adelante”.

Panel de cotizaciones de Nueva York.
Su plan de negocio incluye “más inversión en equipos, en 'software', en crecimiento y expansión internacional y en desarrollo de nuevos productos” pero también la inminente inauguración de una nueva fábrica en la Zona Franca que se sumará a las que ya operan en Barcelona y en China.

También abrirán el año que viene la apertura de otra fábrica en Arlington (Texas), 12.000 metros cuadrados con una inversión de 44 millones de dólares y más de 250 trabajadores donde replicarán su modelo de integración vertical que les hace únicos en el sector. “Estamos yendo tan rápido que tenemos que ser capaces de suministrar al mercado americano. Y no es solo eso, sino que también nuevos productos como la carga rápida o la carga súper rápida, que son productos más voluminosos, los queremos fabricar en Estados Unidos”.

El potencial de España

Radiantes en el 'parquet', los fundadores de Wallbox también se prestaban a analizar el papel de Barcelona como un “hub” para 'start-ups'. “Barcelona, y España, son un lugar ideal para crear una compañía como la nuestra”, explicaba Asunción.

Cargador bidireccional de Wallbox, el Quasar.
“En la parte académica hay ingenieras e ingenieros buenísimos, podemos atraer talento. Sin la red de proveedores, de tecnología, de ingeniería y de producción hubiera sido muy difícil. Y ahí es donde España tiene un potencial enorme”, decía. “Es difícil encontrar países que tienen esa estructura de proveedores del sector de automoción tan profesionalizada, que en realidad acelera mucho lanzar un producto como el nuestro”.

No hay intenciones alguna de pisar el freno sino todo lo contrario, y más para unos emprendedores que tienen claro que “el coche eléctrico y la transición energética son imparables”. “Lo que queremos al final es que todo el mundo pueda tener un coche eléctrico en casa y que además gestione la energía en casa", decía Asunción. "Y esto es lo que nuestros generadores hacen: una caja que pones en la pared y que asegura que cargues más barato, que cargues con energía más renovable y que ahorres dinero. Eso es lo que lo que nos interesa”.