BMW presenta un motor de hidrógeno y consolida su apuesta por esta propulsión

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BMW sí confía en el hidrógeno. Aunque la firma bávara admite que no lanzará un coche propulsado por hidrógeno hasta de aquí a “algún tiempo”, trabaja, junto a Toyota, en el desarrollo de motorizaciones de pila de combustible como una alternativa válida a los coches de combustión interna. Desde BMW se apunta al precio, que debe ser competitivo, y a la infraestructura de recarga como los grandes puntos flacos de esta tecnología.

Pese a todo, la compañía alemana ha presentado el sistema BMW iHydrogen Next, un motor de hidrógeno que podría propulsar a sus futuros modelos de este tipo. Los coches de hidrógeno mezclan hidrógeno y oxígeno en una pila de combustible. Estos dos elementos desencadenan una reacción de la que resulta electricidad y agua. Mientras la electricidad se almacena en una batería, el agua se expulsa en forma de vapor.

374 CV y recarga en cuatro minutos

El motor BMW iHydrogen Next cuenta con un sistema de pilas de combustible que generan hasta 170 CV de energía eléctrica que se sumará al sistema eDrive para una potencia total de 374 CV y una conducción, según la marca, a la altura de lo que se espera de una firma como BMW.

El hidrógeno se almacenará en dos tanques de 700 bares que pueden contener hasta seis kilos de hidrógeno, una cifra con la que promete una gran autonomía independientemente de las condiciones climáticas. Repostar hidrógeno, como hacerlo con gas natural comprimido, es un proceso sencillo que apenas lleva más de tres o cuatro minutos.

BMW probará este nuevo motor en una serie de prototipos basados en el actual X5 adaptados para ello. Para 2022, la compañía prevé que podría presentar el primer modelo de hidrógeno, aunque, según sus estimaciones y los requisitos de cada mercado, no se lanzará al mercado un BMW de hidrógeno hasta la segunda mitad de esta década.

¿Es el hidrógeno una buena alternativa?

Desde el punto de vista ambiental, el hidrógeno podría ser una gran alternativa a la combustión. Si el gas se consigue mediante electrolisis del agua, un proceso limpio, los vehículos de hidrógeno tendrían un impacto medioambiental mínimo, ya que durante su vida útil lo único que emiten es vapor de agua. El problema en este caso es que también se puede conseguirlo mediante su extracción de recursos fósiles, un proceso muy contaminante. Por otro lado, cualquier método de obtención es muy costoso, por lo que su precio es elevado.

Asimismo, en España, por ejemplo, la cantidad de puntos de carga para coches de hidrógeno es muy escasa. Según el Centro Nacional del Hidrógeno hay solo tres estaciones de carga operativas en todo el país, en Albacete, en Puertollano y en Huesca, mientras que hay tres en construcción, en Zaragoza, Madrid y Huesca. En ciudades como Tarragona, que anteriormente tenían estaciones en proyecto, se han cancelado.

Ante este contexto, sumado a que coches como de hidrógeno como el Hyundai Nexo, 65.325 euros, son más costosos que sus equivalente incluso eléctricos, el vehículo de hidrógeno se presenta, de momento, como una alternativa poco realista. Tanto es así, que el Grupo Volkswagen, en palabras de su CEO Herbert Diess, considera que “solo será competitivo durante esta década, sobre todo para camiones, barcos y aviación y solo si se produce a partir de energías renovables. Para los coches, esta alternativa seguirá siendo demasiado cara”. 

Otras marcas, como BMW, Hyundai, Honda, Toyota, Daimler (Mercedes-Benz) o Kawasaki creen en su potencial para, en un futuro, convertir el hidrógeno en una opción viable y limpia. Estas marcas, junto a cerca de 80 miembros, forman parte del Consejo del Hidrógeno desde 2017.

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