Bugatti Mistral, el último baile del W16

Todas las historias tienen un final, aunque no quisiéramos que acabaran nunca. La del idilio entre Bugatti y su motor W16 tetraturbo es una de esas historias de amor que, en un primer vistazo, parecen aburridas por la perfección de su relación. La de una marca y un motor que se han convertido en mitos y que han creado algunos de los coches más deseados del mundo como el Veyron, el Chiron, el Divo o el Ciento Dieci.

Sin embargo, al profundizar encontramos una historia llena de acción, de récords de velocidad, del objetivo de los 500 km/h o de hitos históricos como esos 0-400-0 realizado por el Chiron en 42 segundos. Podríamos vivir toda la vida leyendo y viendo vídeos sobre modelos de Bugatti con su W16, porque tener uno está al alcance de muy pocos, pero no podremos porque esta unión llega a su punto final, aunque lo hace con el mejor imaginable, con el nuevo Bugatti Mistral.

1.600 CV a cielo abierto

El último W16 tetraturbo de Bugatti, el único motor utilizado por los de Molsheim desde 2005, lo montará el Mistral, un hiperdeportivo descapotable presentado por la marca francesa en la Monterey Car Week. “Para la última aparición del W16, teníamos que crear un roadster”, dice Mate Rimac, presidente de la marca desde su adquisición por parte del Grupo Rimac, que recuerda que “más del 40% de todos los Bugatti” son descapotables, aunque desde el Chiron no había llegado ninguno.

Este vehículo, que hereda el nombre del viento del noroeste que sopla de la Costa Azul hasta el Mar Mediterráneo, se basa en la misma plataforma que el Chiron, hecho que se nota en un diseño que, pese a inédito, recuerda tanto al Chiron, como a otros vehículos desarrollados a partir del mismo, como La Voiture Noire o el Divo. De hecho, su frontal bebe mucho del primero. La zaga presenta la misma forma que la del Chiron, con unas líneas redondeadas que aportan elegancia, pero sus grupos ópticos son totalmente nuevos y en forma de V con la inscripción Bugatti en el centro. El difusor trasero, como siempre, es imponente.

Como es habitual en Bugatti, su pasado está muy presente en este coche, para el que dicen haberse inspirado en el Type 57 Roadster para elementos como las tomas de aire tras los reposacabezas. También el color es un guiño al pasado, con el negro con el que debutó el mismo Type 57 Roadster y una combinación interior entre negro y amarillo usada por Ettore Bugatti, fundador de la marca, en su Type 41 Royale personal. El habitáculo, por su parte, es prácticamente calcado al del Chiron.

En cuanto a su motor, nombrado varias veces ya en este artículo, es un W16 tetraturbo de 8.0 litros que entrega 1.600 CV de potencia y que convertirá al Mistral, según la marca, en el descapotable más rápido de todo el mundo, con lo que se propone superar su propio récord, marcado por el Veyron Grand Sport Vitesse en 2013, de 409 km/h.

Bugatti se ha marcado una producción total de 99 unidades para el Mistral, vehículos que venderá a un precio de cinco millones de euros cada uno y que, por cierto, ya estaban vendidos en el momento de su presentación. Ninguno de los seguidores de la marca, los que tienen ese dinero en el bolsillo al menos, ha querido perderse el último baile de Bugatti con el W16. Es el fin de una era y el futuro, como todos saben, es eléctrico.