La visita de Trump a la planta de Ford: una máscara personalizada, chaquetas de cuero y tres Ford GT

Donald Trump desoyó las demandas de la automovilística, que se esforzó para hacer la visita más amena cumpliendo todas las exigencias del presidente y haciéndole regalos

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El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, visitó la semana pasada la planta de Michigan de Ford, donde la firma del óvalo produce respiradores. Este fue uno de sus últimos viajes antes de tenerse que encerrar en la Casa Blanca ante la multitud que protesta en todo el país por la muerte de George Floyd, muerto a manos de un policía en Minneapolis por, supuestamente, pagar cigarrillos con un billete falso de 20 dólares.

Antes de su llegada, la compañía automovilística pidió al presidente que durante la visita cumpliera con los protocolos de seguridad, que, básicamente, consisten en llevar una máscara protectora o una mascarilla. Para ello, el equipo de diseño D-Ford se esforzó en crear una edición especial de las máscaras protectoras que la marca también está produciendo. Tras varios prototipos, se decidieron por un diseño basado en el color azul marino con la inscripción "Commander-in-Chief" (comandante en jefe), título que poseen los presidentes norteamericanos, en el centro escudado por el logotipo de Ford a ambos lados. Todo adornado con cinco estrellas encima y debajo y líneas rojas.

Máscara especial fabricada para el presidente Trump | Foto: Ford
Máscara especial fabricada para el presidente Trump | Foto: Ford
Según la compañía, el protocolo de la visita pasaba por presentarle el regalo y realizar una visita por la factoría con la máscara puesta, o, al menos, con mascarilla, pero Trump se negó y solo se la puso para hacerse alguna foto y para uno de los caprichos que desde Washington pidieron a Ford para hacer la visita un poco más amena.

Regalos y reconocimientos

Ford y Donald Trump, como también ha ocurrido durante su legislatura con General Motors, no han mantenido la mejor relación posible. Sin embargo, la firma del óvalo ha respondido ante la crisis sanitaria cumpliendo con todas las órdenes procedentes desde el despacho oval y se esforzó para hacer de la visita de Trump a sus instalaciones una experiencia agradable.

Aunque Trump desoyó la única demanda que hizo Ford, la de la seguridad, la automovilística no solo cumplió con las del presidente, sino que además le agasajó con regalos, preparó una exposición privada de tres unidades del Ford GT, producidas especialmente para la visita, y puso el sello presidencial en las esferas de los relojes inteligentes que sus trabajadores llevan para medir la distancia entre ellos para conmemorar la visita.

El presidente Donald Trump y el CEO de Ford, Jim Hackett, durante la visita | Foto: Agencias
El presidente Donald Trump y el CEO de Ford, Jim Hackett, durante la visita | Foto: Agencias
Precisamente, en la visita a la exposición de las tres unidades del superdeportivo estadounidense fue únicamente donde Trump se puso una mascarilla, aunque no la que le hizo Ford. Esta parte de la visita respondió a una petición desde la Casa Blanca, puesto que Trump había visto recientemente la película Le Mans 66 (Ford vs Ferrari) y le hacía gracia ver el coche con el que la marca ganó las 24 Horas de Le Mans en 1966.

También se llevó el presidente dos chaquetas de cuero del tipo bomber, una negra y una marrón, con su nombre, el cargo 'Commander-in-Chief', el logotipo de Ford, el sello presidencial y el logotipo del Proyecto Apolo, el nombre bajo el que la automovilística produce material sanitario. Todo para satisfacer a su presidente, que finalmente posó con Jim Hackett, CEO de Ford, con Bill Ford, presidente ejecutivo de la marca, y Jim Baumbick, vicepresidente de Ford, junto al respirador que fabrica la compañía. Todos llevaban la máscara puesta salvo uno. ¿Adivinan quién?