Seat Ibiza FR vs Suzuki Swift Sport: hechos a conciencia

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El Seat Ibiza es sin lugar a dudas un referente entre los compactos que se mueven en el entorno de los 4 metros. Un automóvil con millones de ventas a sus espaldas que ha tirado de la industria automovilística de nuestro país desde aquella primera versión de 1984. De hecho, ahora ya estamos ante la quinta generación de un coche que no ha parado de crecer tanto en tamaño como en tecnología. Siempre se ha caracterizado por tener gran multitud de versiones, entre las que destacaban las más deportivas, Cupra. Pero ahora esas siglas se han convertido en marca y la versión más racing es la FR. 

Mientras tanto, el Suzuki Swift Sport hace lo propio en la gama del fabricante japonés. Pero lo hace marcando su propio camino. Una ruta presidida por la excelente experiencia acumulada por la marca en el mundo de los Rallyes. Y por eso su versión Sport tiene un tinte más radical, tanto estética como dinámicamente, comparado con su rival de Martorell. 

Diferentes puntos de vista

El Suzuki Swift Sport
Está claro que tanto el Swift Sport como el Ibiza FR lo que quieren es ofrecernos un producto deportivo, ágil, agresivo y moderno. Y seguramente ambas marcas lo han conseguido, pero, eso sí, recorriendo vías paralelas, que no se tocan en ningún punto de su camino. Me explico.

El Suzuki parece estar parido desde el garaje de un equipo de Rallyes. Solo hay que pararse a mirarlo detenidamente. Y es que su nueva parrilla hexagonal con efecto 3D, los nuevos paragolpes, los faldones acabados en fibra de carbono o su doble salida de escape real hacen que, en cierta forma, ya te esperes algo especial a la hora de ponerte al volante. Su color de referencia, el Champion Yellow de las fotos, también ayuda a crear ese clima de deportividad. 

Seat Ibiza FR
Por el contrario, el Seat tampoco esconde lo que nos ofrece, que es una puesta a punto racing de un utilitario más que reconocido. Para ello, incorpora unos paragolpes deportivos específicos, unas llantas de aleación de 17 pulgadas o un volante exclusivo FR. Con todo ello consigue una imagen atractiva y ciertamente deportiva, pero nunca tan radical como la del Swift Sport. Un detalle, el Ibiza también dispone de dos grandes salidas de escape cromadas, pero son simuladas…

En lo que respecta a su habitáculo, pasa lo mismo. El Swift Sport no deja lugar a la duda en cuanto a su enfoque y, nada más abrir la puerta, nos recibe con unos asientos enormes tipo bacquet que ofrecen una buena comodidad y agarre. Su pedalier en aluminio da buena cuenta de su personalidad, y el acabado en cuero del volante y la palanca, junto con diferentes piezas terminadas en un llamativo color rojo, habla del buen nivel de acabados del vehículo japonés. 

Aquí, el Ibiza no se queda ni mucho menos atrás. Su interior es de gran calidad y, pese a que sus asientos no son tan radicales, sí nos ofrecen un buen confort y sujeción. Además, por dentro, también utiliza el color rojo en algunos elementos para destacar su carácter deportivo y juvenil. Pese a ello, su imagen es sobria y de calidad, destacando la presencia de una pantalla multimedia de 8 pulgadas que viene como opción, pero que es muy recomendable instalar.

Potencia similar, pero…

Vamos a meternos en materia y a analizar su parte mecánica. El Swift Sport ha cambiado radicalmente respecto a la generación anterior (era un 1.6 atmosférico de 136 CV), adoptando un motor turbo de 1,4 litros y 140 caballos de potencia. Un propulsor que acelera contundente desde las 2.000 rpm, mejorando inclusive las expectativas que nos anuncia su ficha técnica. Asimismo, esto se ve apoyado por una caja de cambios manual (única opción) de 6 marchas con un excelente escalonamiento que nos permite aprovechar perfectamente su potencia y par. 

En cuanto al Seat Ibiza, parte también de un bloque de 4 cilindros (dos de ellos desconectables para mejorar el consumo), pero aquí la cilindrada sube hasta los 1,5 litros y, como consecuencia, la potencia llega hasta los 150 CV. Una energía que transmite de forma más lineal y progresiva, más civilizada podríamos añadir, por lo que la sensación es algo menos radical y parece que corre menos, pese a que es 2 décimas más rápido que su rival en el 0 a 100 km/h.

Rápidos y efectivos

En lo que respecta a su comportamiento dinámico, los ingenieros de ambas marcas nos vuelven a dar una lección de cómo se puede llegar a conseguir un coche rápido, efectivo y divertido utilizando diferentes caminos. 

El Seat Ibiza estrena plataforma con respecto a su predecesor, se llama MQB y la podemos encontrar en coches como el Volkswagen Polo o el Audi A1. Con esta tarjeta de presentación, no es de extrañar que el vehículo fabricado en Martorell se comporte de manera impecable, aunque debemos añadir ciertos matices. En trayectos de autopista con curvas rápidas es más efectivo que el Swift, gracias, en parte, a una mayor batalla y anchura. En estas condiciones, pisa con decisión y nos permite circular con seguridad y rapidez desde el primer momento. Pero en cuanto llegamos a carreteras de curvas debemos tener en cuenta que, a ritmos altos, es un coche exigente, nunca peligroso, que en cambios de apoyo rápidos o soltando el gas en plena curva nos puede mostrar la viveza de su eje trasero. Una característica esta que, en manos expertas, puede hacer del Ibiza un juguete rápido y divertido. Además, como opción podremos añadir los amortiguadores con control electrónico de dos posiciones que nos ayudan a optimizar su comportamiento.

El Seat Ibiza FR y el Suzuki Swift
Por otra parte, el Swift Sport ha cambiado con respecto al anterior en cuanto a que incorpora una suspensión mucho mejor reglada en el compromiso confort/efectividad. Sí, es más blanda, por lo que trabaja mejor en zonas bacheadas y resulta más cómoda en recorridos largos. Pese a ello, su efectividad resulta sorprendente, lo que, junto con un chasis claramente subvirador en el que cuando vas algo pasado basta con levantar el gas para volver al redil, hace que te sientas a gusto a sus mandos y consigas rodar rápido casi desde que empieza tu relación con él. Su caja de cambios es, al igual que en el Seat, manual de 6 relaciones. Tiene un tacto preciso y un recorrido directo, quizá echamos en falta que la posición de su palanca estuviera más cercana al conductor, pero su escalonamiento, sobre todo en sus tres primeras relaciones, es impecable. 

Los frenos de ambos cumplen con eficacia su cometido, os aseguro que en los dos se puede frenar bien tarde, pero en el Swift Sport ejecutan su función con mayor brillantez gracias a un menor peso del conjunto y a una mayor dimensión de sus discos.