Mercedes-AMG EQE, electrificación de alto rendimiento

El EQE es la segunda incursión de AMG en la electrificación, una versión extrema de la berlina eléctrica de Mercedes-Benz que puede alcanzar hasta los 687 CV y los 1.000 Nm de par máximo.

Mercedes-AMG ya demostró de lo que era capaz con la presentación de su interpretación extrema del EQS. Sin embargo, desde Affaltarbach no se han conformado con la berlina de lujo, sino que han echado el guante del EQE, una berlina premium eléctrica, para ampliar su cartera de productos electrificados y trasladar su maestría a la hora de crear deportivos a un nuevo modelo.

A diferencia de lo ocurrido con el EQS, AMG ha creado dos versiones del EQE, ofreciendo dos niveles de potencia. No obstante, tanto el 43 4Matic y el 53 4Matic+ disponen ambos de dos propulsores eléctricos, con lo que son de tracción total. En ese sentido, la versión menos potente entrega 476 CV y 858 Nm de par máximo, siendo capaz de acelerar de 0 a 100 en apenas 4,2 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 210 km/h. Por encima, el EQE 53 4Matic+ incrementará la potencia total hasta los 626 CV y el par máximo hasta los 950 Nm de par máximo. Como todos los eléctricos, entrega toda su fuerza desde cero, acelerando hasta los 100 km/h en solo 3,5 segundos y parando la aguja en los 220 km/h.

Cifras de superdeportivo que incluso pueden mejorar con el paquete opcional AMG Dynamic Plus, con el que alcanzará los 687 CV y los 1.000 Nm de par, reduciendo el tiempo en pasar por los 100 km/h hasta los 3,3 segundos. La batería en ambos casos será de 90,6 kWh de capacidad, con lo que dispone de un máximo de 533 kilómetros de autonomía en la versión menos potente y de 518 en la más potente. La batería puede cargar hasta un máximo dfe 170 kW de potencia.

Como suele ser habitual, estéticamente no varía en exceso respecto al modelo estándar de Mercedes-Benz ni en el interior ni en el exterior, más allá de detalles que acentúan su deportividad, como unas llantas exclusivas y detalles en negro. Más cambios experimenta el chasis, con una apuesta a punto ‘racing’ a partir de una suspensión neumática adaptativa, barras estabilizadoras y discos de freno de 44 centímetros -necesarios para domar un peso de dos toneladas y media-. Muchos elementos los hereda del AMG EQS. Además, cuenta con tres modos de conducción que actúan sobre varios de los componentes, así como la respuesta del acelerador para adaptar su comportamiento a las necesidades de conducción. Mientras el Confort optimiza la autonomía, el Sport y Sport+ liberan todo su potencial.