Renault reducirá su plantilla en 15.000 personas y rebajará un 20% su producción
El plan de ajuste de costes pretende ahorrar 2.150 millones de euros al año cerrando varias plantas y replanteando la gama
Después de anunciarse el miércoles el nuevo plan estratégico de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, y de que el jueves Nissan confirmara sus planes para reducir costes y optimizar su negocio, incluyendo en ellos el cierre de sus plantas en Catalunya, este viernes ha sido el turno de Renault que ha dado a conocer también un plan de ajuste. Con el nuevo mapa de evolución, la marca francesa pretende rebajar en unos 2.150 millones de euros su estructura anual de costes.
Para ello reducirá un 20% su nivel de producción en tres años, pasando de los nueve millones de coches a los cinco millones, lo que a su vez supondrá el recorte de unos 15.000 empleos en el mundo, un 8% de la plantilla total, sin despidos, de los cuales 4.600 serán en Francia. También anunciaron que deberán someterse a una disciplina de precios.
Jean Dominique Senard, presidente de la Alianza, y Clotilde Delbos, directora general de la marca con carácter interino hasta que tome posesión del cargo Luca de Meo, expresidente de Seat, presentaron las nuevas propuestas para conseguir una base financiera fuerte con la que encarar un futuro complicado. La reducción de costes fijos, la reestructuración de los niveles de producción y la reubicación de empleados forman parte del nuevo reto.
Esperando a Luca de Meo
"El contexto actual no ayuda, con las normativas de emisiones que se han ido restringiendo en los últimos años (especialmente en Europa) y la cirisi provocada por la pandemia de la Covid-19 han llevado al límite el modelo económico y han impactado en una reducción del mercado", explicó Delbos. La marca ofreció malos resultados en 2019, cuando por primera vez en diez años tuvo que encajar pérdidas de141 millones de euros, es por ello que Delbos reconoce que "es por eso que necesitamos una disciplina de ejecución de este nuevo plan". Para ello ambos han invocado a la figura de Luca de Meo quien tomará posesión del cargo de director general de la compañía el próximo 1 de julio.
Renault suspenderá los proyectos que tenía encarrilados para incrementar sus capacidades de fabricación en Marruecos y Rumanía, ajustará las de Rusia y procederá a una "racionalización" de sus plantas de cajas de cambio en el mundo. Deberá reformular la estrategia de muchas fábricas y pese a que Senard y Delbos dijeron que no iban a cerrar ninguna de forma inmediata, sí reconocieron que algunas de ellas deben ser reconvertidas, una labor que realizarán con un proceso de concertación de acuerdo con la representación sindical y con las autoridades.
Reconversion y casi cierre de plantas
Las fábricas estrella de Renault en Francia, las de Douai y de Maubeuge, en el norte del país cerca de la frontera belga, conformarán un " centro de excelencia", y mientras la primera a partir de 2021 ensamblará vehículos eléctricos (para la que la marca fabricará en suelo francés una batería de 100 kw), la segunda continuará dedicada a las furgonetas, asumiendo la carga de trabajo de la eNV200 que hasta ayer se seguía produciendo en la p lanta barcelonesa de la Zona Franca.
Las actividades de Choisy le Roi, cuyo futuro está en suspenso aunque los medios franceses apuntan a un cierre, se trasladarán a la de Flins, que dejará de ensamblar vehículos cuando se ponga fin a la producción del eléctrico Zoe y se convertirá en "un ecosistema de economía circular". Por último, habrá una "revisión estratégica" para definir el destino de las instalaciones de la Fonderie de Bretagne. Estas tres plantas son las que a priori dejarán de operan en un horizonte de dos años.
Recorte internacional
Renault no precisó en qué medida afectará a los otros países donde tiene actividad el recorte de plantilla de 10.000 empleados, que vinculó con las tres líneas de acción del programa de ajuste de los costes fijos. La idea de la alianza de la proliferación de plataformas comunes para desarrollar un coche líder que sirvan para crear modelos para todas las marcas es la clave. "Con este sistema podremos fabricar todos los modelos en la misma factoría, obteniendo un gran ahorro y beneficio de producción", explicó la directora general. La marca del rombo estima que aplicar su plan de ajuste le costará unos 1.200 millones de euros.La primera línea de acción del plan, con un objetivo de 800 millones de euros, pasa por una mejora de la eficacia en ingeniería, que pasa por una racionalización en la concepción de vehículos (con la reducción de componentes o una mayor estandarización) y por localizar las "tecnologías estratégicas con gran valor añadido" en sus centros de la región de París.
La segunda, con 650 millones de euros, es la optimización de su aparato industrial; y la tercera, con 700 millones, afecta a los gastos generales y de márketing, que deberán disminuir entre otras cosas con un mayor recurso a herramientas digitales.