Bagnaia sigue en racha y vuelve a ganar en casa

'Pecco', ganador en Motorland, ha repetido victoria hoy, en San Marino, dominando la prueba desde el semáforo a la bandera a cuadros completando un GP impresionante

Pues sí, ocurrió. Pues sí, Pecco Bagnaia (Ducati) tiene una gran, enorme, pinta de futuro campeón del mundo de MotoGP. Pues sí, Ducati, las fabulosas Desmosedici, en manos de Bagnaia, Jack Miller, un gran mosquetero y protector de su compañero de equipo en el team oficial de Borgo Panigale, Jorge Martín, que incordio a Fabio Quartararo (Yamaha) en las primeras vueltas y el lesionado Johann Zarco, tenían un plan para lanzar a Bagnaia por delante y restarle el mayor número posible al Diablo, que, ante 25.000 espectadores y frente a casi, casi, 25.000 seguidores de Valentino Rossi, que siempre estuvo en la cola, aceptó el reto de las balas rojas modernas para defender el podio y el liderato del Mundial.

Corrían en casa, habían hecho todos los pilotos ducatistas y todas sus motos unos ensayos impresionantes hasta el extremo de colocar a sus cuatro motos oficiales entre las cinco primeros y, por tanto, la tribu de Borgo Panigale hicieron una carrera impresionante, con el jefe, Bagnaia, delante desde que se apagó el semáforo y se fue, se fue y se fue hasta ver, al final, la bandera a cuadros y meterle otro pequeño mordisco (el de Motorland, fue mayor, sí) a Quartararo, que, consciente de que este, como el de Aragón, tampoco era un circuito ideal para su estilo y su moto, corrió con la calculadora en la mano frenando a los que, de lejos, podían comprometer su podio como la bestia Enea Bastianini (Ducati), Marc Márquez (Honda: si todo va bien muy bien estos para ser quinto), Álex Rins (Suzuki) y el campeón Joan Mir (Suzuki).

Trabajo de equipo

Lo de Bagnaia, en las dos últimas citas del Mundial, ha sido impresionante y él mismo lo reconocía pocos minutos antes de la salida de hoy. "Desde el primer entrenamiento en Motorland, noté una mejora muy sensible en nuestra moto y hasta lograr, de nuevo, la pole, aquí, en Misano, sabía que tenía algo más que los demás y, sí, desde luego, si me puedo escapar, me escaparé", comentó ayer. Y, encima, su compañero de box, Jack Miller, añadió: "Si Pecco se va en las primeras vueltas, intentaré hacer tapón o impedir que alguien se le acerque; es vital que Pecco reduzca todo lo que pueda la ventaja que Fabio (Quartararo) le lleva en el Mundial".

Y, en efecto, antes de que se superase el ecuador del gran premio, Bagnaia ya se había escapado definitivamente y el Diablo había dado caza a Miller, que trataba, como podía y sabía, defender, no solo la segunda plaza del podio sino la posibilidad de que Pecco, en lugar de reducir la diferencia con respecto a Quartararo en solo cinco puntos fuese de 9, al relegar el australiano al francés a la tercera plaza.

El apretón del 'Diablo'

Y, sí, a falta de 14 vueltas, Quartararo le metió la moto a Miller en un giro muy cerrado de izquierdas y se aseguró el segundo puesto, lo que le permitía cumplir su objetivo, perder lo mínimo posible, cinco puntos, con respecto a Bagnaia. Es más, el rebelde Bastianini, también con Ducati, por supuesto, aprovechó el bajón de Miller, tras ser superado por el Diablo, y se hizo con el tercer escalón el podio, el primero de su carrera en MotoGP.

Y, sí, aunque Bagnaia llegó a tener 2.5 segundos sobre Quartararo, lo cierto es que el piloto francés entró pegadito, pegadito, al colin de Pecco. Es evidente que la pelea que Bagnaia mantuvo con Marc Márquez en Aragón, le sirvió de entrenamiento para soportar el acoso del francés hoy en casa, en San Marino.. Puede que el neumático trasero de Quartararo le siriviera, al final, para acercarse a Bagnaia, que montó blando detrás.

Mundial de MotoGP: 1. Fabio QUARTARARO (Francia), 234 puntos; 2. Pecco BAGNAIA (Italia), 186; 3. Joan MIR (España), 168; y 4. Johann ZARCO (Francia), 141.