No habrá circuito de F1 en Río
La Alcaldía de Río de Janeiro desistió de construir un circuito para la Fórmula Uno, un proyecto impulsado por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y que causó polémica nacional porque se levantaría sobre un gigantesco bosque, considerado patrimonio ambiental de la ciudad.Eduardo Cavaliere, secretario de distrito de Medio Ambiente, confirmó este lunes que ya pidió archivar el proceso con el que se buscaba construir la nueva pista en la "cidade maravilhosa", una decisión que calificó como un triunfo "en la defensa del Medio Ambiente".
"Bajo la determinación del Alcalde @eduardopaes envié hoy al INEA la petición para archivar el proceso de la licencia previa DESISTIENDO OFICIALMENTE de la construcción del Autódromo Internacional de Río en el Bosque de Camboatá en Deodoro", dijo el funcionario en un mensaje publicado en Twitter.
La construcción del nuevo autódromo, que relevaría al desaparecido de Jacarepaguá, tenía el respaldo del presidente Bolsonaro, quien públicamente manifestó su intención de llevar para Río de Janeiro el Gran Premio de Brasil, una de las pruebas puntuables del campeonato mundial de Fórmula Uno y que desde hace unos 30 años se disputa en el autódromo Interlagos de Sao Paulo.
Hasta el año pasado existía la posibilidad de que el torneo regresara a Río, para lo que la ciudad necesitaba un nuevo autódromo, un proyecto de grandes magnitudes para el que el único lugar que se podía adecuar a las exigencias de la Fórmula Uno era el bosque de Camboatá, considerado uno de sus patrimonios ambientales.
La puerta se abrió para Río porque el grupo que dirige la Fórmula Uno, Liberty Media, había firmado un contrato en el que se comprometía a organizar el GP de Brasil en Sao Paulo hasta 2020, tal y como venía haciendo durante treinta años.
Como no había nada definido, Río decidió entrar en la disputa frente a la posibilidad de que la prueba volviera a la ciudad más emblemática del país, donde se llegaron a organizar diez ediciones del Gran Premio de Brasil antes de que el evento fuera trasladado a Sao Paulo en 1990.
El proyecto, cuyo costo ascendía a 697,4 millones de reales (unos 129 millones de dólares al cambio de hoy), fue publicado en diciembre de 2018 por la alcaldía de Río y adjudicado a la empresa Rio Motopark.
Por dudas en la licitación, la Justicia hasta llegó a frenar la construcción de la pista, pero la misma decisión fue revocada días después. Este lunes el secretario de Medio Ambiente confirmó que existían irregularidades en la licitación, pues la empresa Rio Motopark era socia de la compañía que realizó los estudios medioambientales.
A todo, el proyecto quedó en el limbo en 2020 por la pandemia y terminó de hundirse luego de que la Fórmula Uno ratificara al autódromo de Interlagos en Sao Paulo, como la pista donde se realizará el Gran Premio de Brasil, hasta la temporada de 2025