Rins ya está aquí

Siempre es de los que suenan para algo gordo, grande, inmenso". Siempre es de los que entran en las quinielas a eso, a ser campeón, pero, de momento, nunca lo ha sido. Alex Rins tiene 24 años y, sí, ahora está en un equipo, con una fábrica y un material con el que poder aspirar a ser campeón del mundo. Y el más grande campeón del mundo, pues se trataría de la categoría de MotoGP.

Perode momento, no ha tenido aún la oportunidad. El pasado año, con el mejor Marc Márquez (Honda) en pista, aprovechó su único fallo en Austin (Texas, EEUU) para ganar su primera carrera en la gran categoría y, luego, en Silverstone (Inglaterra) repitió triunfo, esta vez con un pulso maravilloso con MM93 en la última vuelta, al que acabó ganando por 13 milésimas de segundo.

Y, ahora, en el Mundial exprés, en el campeonato de la pandemia, en el torneo sin público, en la era del confinamiento, cuando todo el mundo creía que el primer piloto de Suzuki que iba a lograr un triunfo iba a ser el mallorquín Joan Mir, que ha conseguido más podios que nadie este año (5), va y aparece impetuoso y cerebral, manitas, Rins y logra la victoria, casi, casi, de principio a fin. Ese es Rins, aún no candidato, pues está a 36 puntos de su compañero e box, que ya lidera el Mundial, cuando restan cuatro carreras y, por tanto, 100 puntos en juego.

Cuando le preguntas que ha hecho la carrera perfecta, Rins dice no creas, no creas, que alguna vez me he ido largo, pero estoy súper feliz por la carrera. En MotoGP nunca me había puesto primero escapado, nunca lo había hecho. He creído en todo momento en mí y mis posibilidades. Rins es, ojito al dato!, el octavo ganador de este Mundial en 10 carreras: Fabio Quartararo, Andrea Dovizioso, Maverick Viñales, Franco Morbidelli, Miguel Oliveira, Danilo Petrucci, Brad Binder y él, Alex Rins.

Se da la circunstancia que el catalán se ha extrañado mucho cuando ha llegado a la parrilla porque se sentía demasiado sereno, tranquilo, apaciguado. Haber, Alex, muévete un poquito, espabila, ponte las pilas que sales 11!, así que vamos a pensar cómo lo hacemos. De verdad, no creía que estar tan tranquilo fuese una buena cosa. Y, mira, en cuanto se ha apagado el semáforo, he salido disparado. Y, sí, en la primera vuelta ya era cuarto, es decir, había pasado a siete pilotos; en la quinta, segundo y, en la octava (de 22), ya era líder, hasta la bandera a cuadros.

En efecto, sí, sí, he salido mejor que nunca y, cuando he llegado a Maverick (Viñales), he pensado, vamos, Alex, pásale cuanto antes que tienes más ritmo. Me he puesto primero y he cuidado las gomas para poder aguantar hasta el final, sigue contando Rins, que no había pensado que le saldría una carrera tan redonda. Eso sí, este fin de semana le decía a mi equipo que quería hacer un Lorenzo, ponerme primero y escaparme. No me he escapado mucho, pero he logrado una victoria muy parecida a las de Jorge.

Cuando me han marcado que Mir estaba a 0,0, he tirado un poco más, pero cuando he visto que no me pasaba he entendido que los dos íbamos justos de neumáticos, explicó Rins, que se lesionó nada más comenzar el Mundial, en el hombro derecho, lo que le dejó, de pronto, fuera de la lucha por el título. Es más, se cayó siendo líder en Austria tras pelearse con Andrea Dovizioso y, en Le Mans, tras superar a Danilo Petrucci.

Y, sí, claro, en este sentido, el piloto de catalán de Suzuki reconoció que había pasado momentos duros y por eso quería dedicar esta victoria al equipo, a Suzuki y a todos los que han estado apoyándole en estos momentos difíciles. Y, sí, este triunfo significa mucho para mí, demostrando que, en esto del deporte, si peleas, si luchas, puedes pasar del sufrimiento a la felicidad absoluto.

No deja de ser curioso que, en pleno podio, con Rins en todo lo alto, Alex Márquez a su derecha como segundo y Joan Mir a su izquierda, siendo tercero, alguien recordó que, en el 2013, en ese mismo podio, en Motorland (Aragón), también estaba Rins, como ganador de la carrera de Moto3 y el hermanísimo, a su lado también, como tercero.