Consejos para que el frío no te empañe los cristales del coche

Durante el invierno es muy habitual ver por las calles los cristales de los coches empañados, y es que las bajas temperaturas típicas en esta época del año afectan en gran medida a los vehículos y por lo tanto a la conducción. Seat expone una serie de recomendaciones a tener en cuenta para ganar en seguridad y confort en caso de circular a bajas temperaturas.

Cómo eliminar el vaho

El vaho que se forma en los cristales a causa del contraste entre la baja temperatura exterior y una más alta dentro del habitáculo, provoca que se empañen los cristales y que el conductor pierda visibilidad. María García, ingeniera del Departamento de Desarrollo y Aerodinámica de Seat, nos explica como acabar con el vaho de los cristales: "Cuando nos encontramos en esta situación, debemos subir la temperatura del aire acondicionado al máximo y orientar los difusores hacia la luna y los cristales". Además, hay distintos sistemas como el Defrost Max, que incluye el Seat Ateca, que aceleran el proceso de eliminación del vaho.

Asientos calefactables

Estos asientos son la solución perfecta para entrar en calor en el menor tiempo posible. En tan solo tres minutos, este sistema de calefacción proporciona calidez de forma uniforme. "Debemos activarlos justo al subir al coche y regular su uso según nos vamos aclimatando, evitando utilizarlos de forma prolongada a alta temperatura", recomienda María García.

Abrigarnos para conducir

Conducir con guantes, chaqueta y bufanda dificulta en gran medida nuestra libertad de movimiento, por lo que pone en riesgo nuestra seguridad. Solo es aconsejable emplear guantes y en casos extremos: "Los guantes son recomendables tan solo en casos excepcionales cuando las bajas temperaturas disminuyen la sensibilidad de las manos al volante", explica María.

La temperatura perfecta del coche

La temperatura ideal para conducir es de 21,5 grados, lo que se conoce como "temperatura de confort". La ingeniera de Seat nos recuerda que hay que tener en cuenta que la opción Auto de climatización sirve exactamente para regular de forma automática la temperatura de nuestro coche: "Activándola se logra un reparto homogéneo, ya que la mitad del aire caliente sale por los pies a unos 40 grados y se enfría cuando llega a la cabeza, para que nos mantengamos más despejados al volante". Cabe destacar que conducir con un exceso de calor en la parte superior del cuerpo puede provocar somnolencia: "Circular a 35 grados es similar a hacerlo con una tasa de alcoholemia de 0,5 G/L", advierte María García. [gallery link="file" td_select_gallery_slide="slide" ids="10925,10923"]

Calor sin costes

A diferencia del aire acondicionado, la calefacción no consume ni carburante ni agua extra, porque "el agua caliente del motor se usa para la climatización y vuelve al motor a una temperatura caliente, pero mucho más baja de lo que salió, por lo que en realidad se podría considerar que ayuda al radiador del motor", explica María.