Cuidado con los badenes, te pueden costar 1.000 euros o incluso la vida

Los badenes pueden dañar desde las amortiguaciones hasta el propio motor, lo que provoca averías y eleva la posibilidad de sufrir un accidente

¿Esto es malo para el coche? Es lo que se pregunta todo el mundo cuando pasa por encima de un badén. Y efectivamente sí es malo para el coche, tanto como para costarte unos 1.000 euros en reparaciones, según ha calculado el especialista en el cuidado y mantenimiento integral del vehículo, Euromaster en un reciente estudio.

Y es que botar por encima de estas jorobas de asfalto o plástico tienen consecuencias directas y muy negativas sobre multitud de componentes del vehículo. A la larga, pasar por encima de los badenes acaba dañando múltiples componentes mecánicos siguiendo una cadena de desgaste que puede acabar incluso en el motor.

Badén en carretera.
El primero en recibir el impacto de un badén es el neumático, que según a la velocidad a la velocidad o las veces que se supere, puede incluso llegar a deformarse. Lo siguiente que sufre son las suspensiones, puesto que los badenes les provocan un intenso estrés, afectando desde los amortiguadores, pasando por muelles, brazos de suspensión, cojinetes, etc.

Pere Navarro confía que con los nuevos límites de velocidad en las ciudades los badenes acaben desapareciendo de las ciudades

Y una vez se ha pasado el filtrado de los neumáticos y las suspensiones sólo queda la barrera de los tacos del motor para amortiguar las sacudidas. Éstos son de goma y representan la unión entre el chasis y el motor, por lo que se ven sometidos a fuertes vibraciones cuando pasamos por encima de un badén. Es por ello que si no tenemos unos tacos en buen estado, unas amortiguaciones flexibles y una presión correcta en los neumáticos, el motor se puede ver seriamente afectado si se pasa continuamente por encima de badenes.

Los badenes perjudican la suspensión del vehículo
Los badenes perjudican la suspensión del vehículo
Al igual que el un exceso de vibraciones, las sacudidas provocadas por los badenes son un enemigo mortal de los motores, lo que a la larga provoca importantes averías mecánicas, que también se pueden extender como decíamos a las suspensiones o los propios neumáticos, entre otros muchos elementos del vehículo, por no hablar de las fuerzas a las que se ve sometido el chasis del vehículo cada vez que se salta por encima de uno de estos montículos.

Es por ello que si se suman los distintos componentes del vehículo que pueden salir dañados, podemos llegar a una factura en el taller que superen los 1.000 euros mencionados anteriormente. Por no hablar de lo peligroso que es circular por carretera con estos elementos desgastados o dañados. Tanto los neumáticos como las amortiguaciones son elementos clave en la seguridad puesto que suponen el punto de contacto directo entre el coche y el asfalto, por lo que un fallo en uno de estos componentes puede provocar un grave accidente de tráfico.

¿El límite de velocidad a 30 km/h en ciudad acabará con los badenes?

El director de la Dirección General de Tráfico, Pere Navarro, dijo recientemente que “en las calles 30 no tienen sentido los badenes. Confiamos en que poco a poco veamos cómo desaparecen”. No es de extrañar por tanto que con con el nuevo límite de velocidad en ciudad, y si realmente se logra que se circule más lento por vías urbanas, veamos como con el tiempo los badenes sean sólo cosa de carreteras interurbanas.