¿Por qué el diésel nunca volverá a ser más barato que la gasolina?

La escasez de petróleo para producir diésel, acelerada por la guerra de Ucrania y la restricción del diésel ruso, provocan que el precio suba por encima del de la gasolina.

Por sexta semana seguida, el diésel es más caro que la gasolina. En España, su precio medio es de 1,911 euros, su máximo histórico, mientras que el de la gasolina es de 1,878 euros, también la cifra más alta de la historia. El Boletín Petrolero de la Unión Europea presenta estos datos, que suponen la tercera semana seguida de subidas situando los carburantes un 2% por encima respecto a hace siete días. Nadie sabe exactamente cuándo bajarán los precios, suavizados por el descuento de 20 céntimos del Gobierno, pero lo que sí es muy posible es que el diésel no vuelva a ser nunca más barato que la gasolina.

“El problema es que el diésel ha sido tradicionalmente más barato porque las subvenciones a esta carburante eran mayores que las de la gasolina”, explica Antoni Cunyat, profesor colaborador de los estudios de Economía y Empresa de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC). Con menos subvenciones, el diésel se vuelve más caro porque “no todo el petróleo sirve para fabricar diésel, sino que se necesita crudo de más calidad y el obtenido con según qué técnicas -como el 'fracking' o fracción hidráulica- no sirve”, añade. “Se necesita más petróleo para fabricar un litro de diésel que para uno de gasolina”, cierra.

Escasez de suministro de diésel

Esta semana, según el Boletín Petrolero de la Unión Europea, las subidas de precio vuelven a estar motivadas por la subida del precio del petróleo, con el barril de Brent, de referencia en Europa, bordeando los 105 dólares y el West Texas, de referencia en Estados Unidos, los 103 dólares. Cabe recordar que en el peor momento de la pandemia, el West Texas cotizó en negativo. No obstante, aunque el precio del crudo cayera, no significaría directamente que también lo hiciera el diésel. Todo depende del petróleo disponible para producir diésel.

“En el futuro puede haber un problema en el suministro de diésel porque los yacimientos de más calidad son menores y se deberá recurrir al petróleo de menor calidad y la producción se verá afectada”, argumenta Cunyat, que admite que la guerra de Ucrania ha acelerado este proceso. “Al restringirse el petróleo de Rusia -el mayor proveedor de diésel de Europa con 25,5 millones de toneladas-, hay menos crudo en el mercado, el estoc cae y por eso sube el precio del carburante, especialmente el diésel”, dice. “Esta caída de la disponibilidad de petróleo, sumada a que hay más crudo de baja que de alta calidad provoca que el precio del gasóleo suba o se mantenga incluso si cae el precio del barril, porque no hay suficiente para producir diésel”, acaba.

El futuro del diésel

A un futuro negro alimentado por políticas ilógicas basadas en el electoralismo y las frases llamativas antes que en los datos de emisiones y contaminación, se suma un nuevo problema para el diésel, cuyo precio puede estar sentenciado a permanecer por encima del de la gasolina para siempre. 

Las previsiones de los mercados y Cunyat no pueden confirmar que vaya a ser así, pero el experto de la UOC sí pueden asegurar que “ está va a ser la tendencia en el futuro a no ser que de repente se encuentren nuevos yacimientos masivos de petróleo de mucha calidad”. “La diferencia entre el precio del diésel y la gasolina será cada vez mayor y crecerá conforme empeore la escasez de petróleo”.

Cuando se escribe este artículo, el coste de llenar un depósito medio de 55 litros de un coche diésel asciende hasta los 94 euros contando el descuento del Gobierno. Si no se aplicara la bonificación, que se eliminará el próximo 30 de junio, el coste se dispararía hasta los 105 euros.