Así debes preparar tu coche para las vacaciones de Semana Santa
Antes de salir a carretera en Semana santa es imprescindible realizar una exhaustiva revisión del coche para evitar posibles fallos mecánicos que puedan desencadenar un accidente
Aunque lo correcto es mantener siempre el vehículo en perfecto estado, esta recomendación se hace indispensable cuando se van a afrontar largos desplazamientos por carretera, puesto que es entonces cuando se registran mayores índices de siniestralidad por fallos mecánicos. Por ello, antes de salir de viaje esta Semana Santa, es necesario que realices una exhaustiva revisión del estado de tu vehículo, ya que de ello dependerá disminuir significativamente las probabilidades de sufrir un percance en carretera.
Ten en cuenta que si dispones de un vehículo eléctrico, su mantenimiento será más sencillo que el de un vehículo de combustión. El motor eléctrico de estos coches no precisa de mantenimiento al no tener piezas móviles sometidas a rozamiento ni altas temperaturas. La electrónica y el sistema de carga de los coches eléctricos tampoco necesitan cuidados especiales. En cuanto a las baterías, es cierto que deben ser sustituidas con el paso de los años, pero no precisan de ningún tipo de mantenimiento. A partir de ahí, el mantenimiento de un coche eléctrico y uno térmico es igual: las suspensiones, los frenos, las luces, los limpiaparabrisas, los neumáticos, etc.
Por otro lado, si hablamos de coches de combustión, la primera, básica y más sencilla revisión es la del nivel de aceite. Debe de estar en su justa medida -entre el tope máximo y mínimo- y en buen estado. A su vez, es interesante comprobar la limpieza de su filtro. De igual modo se ha de tener en cuenta el estado de los filtros del aire, carburante, e incluso el antipolen.
Para no sufrir el típico 'calentón' del motor en carretera hay que revisar la refrigeración, comprobando el estado y tensión de la correa de la bomba de agua, nivel del líquido refrigerante y el circuito de refrigeración, así como el estado de los manguitos.
Precisamente para que funcionen los faros y el resto de elementos electrónicos del coche, es indispensable que la batería esté a plena carga y que el estado de sus bornes sea el adecuado. Esta recomendación es especialmente interesante si el lugar de destino es frío, ya que en estas condiciones se reduce la vida útil y la eficacia de la batería. En entornos con climatologías adversas también es crucial asegurarse una correcta visibilidad por parte del conductor en caso de lluvia. Para ello hemos de asegurarnos que los limpiaparabrisas estén en buen estado y que haya suficiente agua en su depósito.
Ojo con los neumáticos
Los neumáticos son uno de los elementos más importantes del vehículo, ya que resulta la única parte que mantiene al coche en contacto con la carretera. Por esta razón hay que tener muy en cuenta su estado antes de emprender un viaje.
Cuando se va a rodar con una carga pesada o a altas velocidades, la presión debe ser superior a la estipulada. Si el neumático está bajo, se recalienta, se desgasta más, eleva el consumo de combustible, e influye negativamente en la capacidad de frenada y agarre. Además, si el firme está mojado dificulta la evacuación del agua aumentando la posibilidad de sufrir el temido ‘aquaplaning’ y perder por completo el control del vehículo.
Igual de importante es que el dibujo del neumático se mantenga con una profundidad mínima de 1,6 mm. Si el desgaste de la goma es mayor se pueden sufrir graves problemas de agarre y tracción, dificultando la conducción sobre cualquier superficie resbaladiza y elevando significativamente la distancia de frenado.
Además de verse afectadas las prestaciones del neumático, rodar por debajo del límite antes mencionado puede ocasionar uno de los mayores y más mortales peligros en carretera, el reventón. Esta situación a alta velocidad es tremendamente peligrosa ya que descontrola el vehículo en el momento de la explosión, e imposibilita que el conducto vuelva a tomar el control del coche.