El Grupo Volkswagen recortará drásticamente su oferta para centrarse en los modelos rentables

El Grupo Volkswagen eliminará de su oferta esta década la gran mayoría de los modelos propulsados por gasolina o diésel para centrarse en vehículos electrificados que aporten mayores márgenes operativos.

El Grupo Volkswagen cambiará su enfoque de mercado para centrarse en la rentabilidad por encima del volumen de ventas. Así lo ha anunciado Arno Antlitz, director financiero del consorcio alemán, al rotativo británico Financial Times. Según el directivo, “el objetivo principal no es el crecimiento en el mercado, sino en la calidad y los márgenes antes que en el volumen y la cuota de mercado”.

En ese sentido, la compañía alemana llevará a cabo una reorganización completa de su portfolio, que afectará a la mayoría de sus marcas, para reducir, para finales de esta década, el 60% de su gama de modelos propulsados por gasolina y diésel en Europa, actualmente son más de 100 con nombres tan conocidos como el Seat León o Ibiza, el Volkswagen Golf, el Polo o el Skoda Octavia, entre muchos otros.

No hay todavía detalles sobre qué modelos están en peligro, pero el Grupo Volkswagen virará hacia un portfolio electrificado centrado en el espectro premium del mercado, en aquellos coches que aportan unos mayores beneficios por unidad vendida. Durante la crisis de los semiconductores, el consorcio ha priorizado la entrega de chips a sus marcas más rentables, siendo Porsche la mayor beneficiada.

Objetivo: el modelo de Audi

El  Grupo Volkswagen quiere así virar el modelo de negocio de la mayoría de sus marcas hacia uno parecido al de  Audi, la enseña más  rentable de todo el grupo. El año pasado, la firma de Ingolstadt vendió  451.898 vehículos, apenas 115.000 más que  Seat y más de medio millón menos que la marca  Volkswagen. Además, esa cifra suponía caer un 3,3% respecto a 2020. No obstante, al cierre del ejercicio Audi registró una subida de la facturación del  6,2% y un beneficio operativo de  5.546 millones de euros, un  5% más que en 2020. Su margen de beneficios por unidad se situó en el  10,5%.

Por contra, Seat cerró con pérdidas operativas por valor de 233 millones de euros tras firmar un margen por unidad del -2,4%. El margen de beneficios por coche vendido de la marca Volkswagen, así como el la de Skoda, quedaron muy lejos del de Audi, con un 3,3% y un 6,1%, respectivamente.

Es en este enfoque más cercano al vehículo premium y electrificado al que aspira el Grupo Volkswagen para la mayoría de las marcas, centrándose en incrementar el beneficio por unidad para ganar más dinero pese a vender menos. No es el consorcio alemán el único en adoptar un enfoque parecido. A principios de 2021, el Grupo Renault presentó la ‘Renaulution’, una estrategia para reposicionar sus marcas centrándose, de nuevo, en el valor de cada unidad por encima de la cifra final de ventas.