El Plan Renove acaba con 2020 y con 200 millones por adjudicar

El plan de ayudas del Gobierno solo ha asignado el 15,1% de los 250 millones que se habían destinado a la compra de vehículos nuevos.

Punto y final. Así, como el año 2020 el 31 de diciembre. Se acabó. El Plan Renove no seguirá vigente en 2021 contrariamente a lo que se habia rumoreado inicialmente (que seguiría unos meses). Las ayudas que el Gobierno había establecido para intentar incentivar la compra de vehículos nuevos no han cuajado, tal y como se venía temiendo en las últimas semanas, y hoy acaba con un balance que no estaba previsto.

Unos 200 millones de euros se han quedado sin solicitar, señal que la complejidad de la adjudicación de las ayudas ha pesado más que el interés de los consumidores por hacerse con un coche nuevo (además de que un ayuda de 300 euros en el peor de los supuestos no es como para motivar mucho).

Hasta el pasado 28 de diciembre solo se habían solicitado 37,3 millones de euros, según fuentes del Ministerio a las que tuvo acceso la agencia Europa Press. Eso significa que de los 250 milones solo se ha solicitado un 15,1% del presupuesto establecido en el plan de ayuda sectorial del Gobierno. Además, hay que tener en cuenta que es posible que al final la partida presupuestada que 'sobre' puede ser mayor ya que algunos de los expedientes (34.869 peticiones) con solicitudes podrían resolverse en contra de los usuarios ya que no cumplirán con alguno de los requisitos para la adjudicación de la ayuda.

No eran ayudas directas

El cliente particular (así como las entidades sin ánimo de lucro) ha solicitado 26,67 millones de euros, mientras que autónomos y empresas han pedido 11,06 milones. De todos ellos el importe que se ha pedido para destinarlo a la compra de turismos es de 26,11 millones, autobuses, autocares y camiones 7,66 millones, mientras que para adquirir furgonetas se han pedido 2,07 millones y 1,88 millones para motocicletas.

La intención del Gobierno el pasado mes de julio era ofrecer 250 millones de euros, con ayudas que oscilaban entre los 300 y los 4.000 euros para adquirir un coche nuevo y achatarrar uno antiguo (500 euros más si tenía más de 20 años), en función del tipo de vehículo y del usuario. Además, tributaban las ayudas y debían declararse en la Declaración de Renta del Ejercicio 2020. El objetivo era reactivar una demanda paralizada por la pandemia y volver a activar la producción de vehículos en España. Pues bien, parece que ni lo uno ni lo otro.

El cliente no ha respondido al reclamo. La complejidad del proceso y los requisitos que se pedían han podido más que el 'caramelo' de la ayuda. Todos los actores del sector se han quejado de las trabas burocráticas, con un programa informático que no arrancó en condiciones hasta el mes de octubre, así como del hecho de que no se trataba de ayudas directas (como en los anteriores planes) a la compra. De hecho, un estudio del RACE, señala que el 76% de los españoles considera que estas ayudas influían "poco o nada" en el momento de plantearse cambiar de coche.