Intel confirma una inversión de 33.000 millones para producir chips en Europa

La compañía estadounidense levantará dos fábricas en Alemania y ampliará sus centros europeos para impulsar la producción de chips y la investigación y desarrollo en Europa.

Intel tiene prevista una inversión inicial de más de 33.000 millones de euros en varios países de la Unión Europea para impulsar la investigación y desarrollo en la región y la producción de chips semiconductores. Del total, la compañía destinará 17.000 millones de euros para levantar dos fábricas de chips en Alemania, para crear un nuevo centro de I+D en Francia y para acelerar la investigación y desarrollo y los servicios de producción y fundición en Irlanda, Italia, Polonia y España.

Esta inversión se confirma justo un año después de que la Unión Europea anunciara su intención de convertirse, para 2030, en un productor importante de semiconductores, alcanzando una cuota de producción global del 20% con un plan que incluía la inversión de 43.000 millones de euros. “Con la ley de chips de la UE, queremos hacer de Europa un líder mundial en la producción de semiconductores”, expuso entonces Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. Los planes de Intel impulsarán la industria europea y permitirán encarar los objetivos del continente en cuanto a este componente. “Intel planea llevar su tecnología más avanzada a Europa, creando un ecosistema europeo de chips de nueva generación para solventar la necesidad de una cadena de suministros más equilibrada y resistente”, confirma la compañía estadounidense en un comunicado.

De la producción de chips y las demás actividades de Intel en Europa se beneficiarán una gran cantidad de sectores, desde la automoción, hasta la agricultura, el sector energético o la seguridad, entre otros. Estos 33.000 millones son la inversión inicial de un desembolso en Europa que alcanzará los 80.000 millones durante la próxima década. “Nuestras inversiones planificadas son un paso importante tanto para Intel como para Europea”, expone Pat Gelsinger, consejero delegado de Intel.

Decenas de miles de lugares de trabajo

Las instalaciones alemanas, que se situarán en  Magdeburgo, crearán  7.000 empleos en el sector de la construcción,  3.000 más directos y  decenas de miles indirectos entre compañías asociadas y proveedores. Está previsto que la construcción de las plantas empiece en 2023 para que empiecen a operar en 2027.

Paralelamente, Intel quiere seguir invirtiendo en sus instalaciones de Irlanda, en la localidad de Leixlip, a las que destinará otros 12.000 millones de euros para ampliar su capacidad de producción y fundición. La inversión total en el país británico, una vez completados estos planes, alcanzará los 30.000 millones de euros. En Italia, Intel quiere levantar otra fábrica que creará 1.500 empleos directos y 3.500 indirectos previa inversión de 4.500 millones. En este caso, la factoría italiana tiene el objetivo de empezar a producir entre 2025 y 2027. Por otro lado, en Polonia Intel quiere ampliar su laboratorio en Gdansk en hasta un 50% para el desarrollo de tecnología avanzada y computación en la nube. Esta intervención debería quedar completada en 2023.

Para FranciaIntel también tiene grandes planes, en este caso la instalación de un centro europeo de investigación y desarrollo que creará 1.000 empleos de alta cualificación en la ciudad de Plateau de Scalay, al sur de París. Estas instalaciones estarán acompañadas de un centro europeo de fundición, haciendo de Francia el principal foco de I+D en Europa para Intel.

Planes en España

En  España, Intel se asociará con el  Barcelona Supercomputing Center para crear laboratorios conjuntos de computación avanzada. La elección de la ciudad catalana ha sido natural, ya que la compañía estadounidense ha colaborado con la institución barcelonesa durante los últimos años en una tecnología llamada computación a exascala. Ahora, ambas partes se centrarán en el desarrollo de la computación a zetascala, más potente que la primera.