Montana Experience, más allá de la aventura
Con la nueva Montana XR5 como protagonista, Macbor demostró el potencial de su abanderada durante una exigente ruta por el Maestrazgo
Fernando Fernán Gómez nos iluminó con 'Las bicis son para el verano' acuñando además una frase para el conocimiento popular, más allá de su obra de teatro. Ahora falta alguien que eleve al Olimpo de las dos ruedas la máxima 'las motos son para disfrutarlas'. Para disfrutarlas en cualquier escenario, en cualquier momento, en cualquier situación, en circuito, en carretera, viajando o en cualquier terreno, como la Macbor Montana XR5, una moto que en poco tiempo se ha convertido en la referencia para los amantes de las motos trail de media cilindrada y con carnet A2. Si hasta cuentan con el dakariano Gerard Farrés como embajador de la marca.
EURO 5
Que duda cabe que Macbor tiene en la Montana XR5 a un caballo ganador. Después de su exitoso lanzamiento hace un año, ahora recibe la pertinente actualización a través del revisado motor con 'etiqueta' Euro5. Sigue siendo la Montana de siempre pero más 'eco friendly', es decir, hace de su equipamiento, buen dinamismo y calidad-precio parte de sus grandes argumentos.Como equipamiento cabe destacar las suspensiones totalmente regulables firmadas por el especialista Kayaba, las llantas tubeless, una toma de corriente de 12 V y otra de USB, una pantalla regulable en altura, dos modos de conducción llamados Safe y Sport, neumáticos Metzeler Tourance así como el cubrecárter y las defensas, todo de serie.
MONTANA EXPERIENCE II
Y que mejor protagonista para una aventura como la Montana Experience que la renovada XR5 Euro5. La Montana Experience nació hace un par de años de la mano de los responsables de Macbor para demostrar la calidad y potencial de sus modelos, más allá de la clásica presentación a los medios de comunicación. La primera edición fue una Transpirenaica con la XR2 donde la 'dos y medio' de la marca dejó el pabellón muy alto. En esta ocasión el escenario elegido fue el mágico Maestrazgo en una exigente ruta de tres días con un recorrido de un 70% de asfalto y un 30% de tierra, aproximadamente.
PRIMERA ETAPA
Toda buena historia tiene un inicio. Y el de la Montana Experience fue en Peñíscola, donde arrancaría el primer día de los tres de ruta programados. En esta primera etapa de 242 kilómetros con un 64% de carretera y otro 36% de off-road, la ruta nos iba a llevar por carretera de Peña Goloso pasando por el pueblo de Serratella y su puerto de montaña, a Xodos donde se realizó la primera parada para hidratarse. De Xodos la ruta siguió a San Juan de Peñagolosa por caminos de tierra con parada en su ermita y de allí Puertomingalvo.
Siguiendo con la ruta de este primer día, desde Peñagolosa seguimos por asfalto hasta tomar la pista de las Fuentes del Tajo donde cruzamos una granja de toros y nos dio la oportunidad de vivir un momento único rodeados de astados. Al acabar la pista seguimos por carretera hasta parar a comer en Mora de Robielos. Después 10 km nos desviamos por una pista muy larga hasta el parque eólico de Forniche para dirigirnos a Teruel para cenar y dormir.
PREMIO 'PAQUITO'
Que la Montana Experience sea una cita especial no solo lo hace el escenario, la moto, la compañía, también las ganas de sus organizadores que para esta ocasión Jordi Piñol el 'irresponsable' de la ruta estelar que seguimos, importó el 'Premio Paquito' del día, un premio honorífico al protagonista del día. Y no tenía que ser por haberse caído de la moto. El primer día le tocó al compañero Pere Llorens de Motorbike Magazine que se dejó la mochila en la parada de la ermita y se dio cuenta a la hora de volver. Volvió al lugar de los hechos con la suerte que se la había encontrado el ermita del lugar y se la guardó.
SEGUNDA ETAPA
El segundo día la ruta nos esperaban 254 kilómetros con el mismo compotente de asfalto y tierra que la primera etapa. En este caso arrancaba de Teruel para llevarnos a Forniche Alto y tomar una primera pista de tierra que nos lleva a la carretera de Cabra de Mora. De allí seguimos por pista a la Virgen de la Vega donde paramos a descansar e hidratarnos. El 'track' seguía por asfalto hasta a la estación de esquí de Valdelinares y bajamos al pueblo, el más alto de España.
La ruta de esta segunda jornada continuó por pista hasta la carretera de Mosqueruela y Cantavieja. De allí seguimos por asfalto a comer a Cantavieja. Con las energías renovadas seguimos por asfalto a la Iglesuela del Cid por un asfalto malo y al entrar en Castellón el escenario cambió completamente con una preciosa y larga bajada con un asfalto excelente a Portell de Morella, Cinctorres y Morella, donde paramos ha visitar esta preciosa localidad para después dirigirnos a Fuentespalda a dormir.
TERCERA ETAPA
El tercer día fue intenso. El track preparado con todo el cariño por Jordi, con 192 kilómetros para este último día con un 69% de asfalto, nos llevó de Fuentespalda a Peñarolla de Tastavins por la pista de los puertos al Mont Caro. Fueron unos 52 kilómetros preciosos de pista hasta poder disfrutar de las impresionantes vistas del Mont Caro, donde en un día despejado se pueden ver la Islas Baleares y en uno normal vimos el Delta del Ebro. Después bajamos por una revirada carretera a Marçà pasando Xerta. Y después de comer en Marxà la guinda fue finalizar la Montana Experience en Cambrils rodando por Coll de Jou, tramo del Rally RACC Catalunya Costa Daurada.