Ray 7.7: un referente en la movilidad eléctrica
Con una autonomía de 150 kilómetros, el Ray 7.7 representa una opción sólida para los que buscan dar el salto a la movilidad eléctrica con garantías.
Muy buenas sensaciones y mejores argumentos hacen del Ray 7.7 una referencia obligada en la movilidad eléctrica. Como en todo los vehículos que se mueven a golpe de kW, primero hay que probarlo para después poder emitir un juicio con conocimiento de causa. Y pocos son los usuarios que acaban defraudados tras probar un Ray 7.7, más bien ninguno; más bien todo lo contrario. Porque este escúter cuenta con los suficientes argumentos para seducir a quien lo prueba, desde una autonomía real de 150 kilómetros que no limita su uso solo a la ciudad hasta una aceleración en modo Sport similar al Yamaha TMax 560. Y todo esto accesible con el carnet A1 o B con tres años de experiencia.
Parte del valor añadido y diferencial es la posibilidad de poder graduar la altura del asiento del conductor entre 800, 785 y 770 milímetros, siendo esta última la posición más accesible. La marcha atrás facilita las maniobras en parado y también el estacionamiento ya que el caballete central está montado en la parte delantera del escúter de manera que pisando el pedal para hacerlo bajar y que toque el suelo bastará dar a la leva que acciona la marcha atrás para subirlo en el caballete sin esfuerzo.
La carga regenerativa y la posibilidad de montar un cargador opcional de 3,3 kW que carga en apenas 2,35 horas también suman en un modelo que dispone de cuatro modos de conducción como son el City, Sport, Flow y la marcha atrás. Bajo el asiento tiene capacidad para guardar un casco integral y cuenta con un compartimento para el móvil con conector USB. También dispone de navegador. Puede que los precios de los modelos eléctricos sean todavía superiores a los térmicos pero la ausencia de mantenimiento y el adiós definitivo a las gasolineras, junto a su reducido coste de carga también suman para el salto a lo eléctrico.