Una experiencia de contrastes a lomos de las Eight Mile 

Las Macbor Eight Mile 500 nos acompañan en una ruta organizada junto a Ruralka On Road.

En el universo de las dos ruedas existen todo tipo de subespecies de moteros. Están los urbanitas, que solo comprarán un scooter por su funcionalidad y facilidad de conducción. Los amantes de las café-racers, que buscan una moto para lucir su estilo, o aquellos que entran en circuito para desfogarse y progresar con una R. Incluso los aventureros al 100%, que optan por una trail pero, ¿qué sucede con los que buscan una motocicleta polivalente? Un usuario que quiere confort en sus trayectos diarios pero también quiere salir a rutear o viajar los fines de semana. Para ese motero existen opciones como las Macbor Eight Mile 500, tanto la STR (Street) como SCR (Scrambler), probada en este vídeo y artículo.

Las Macbor Eight Mile 500 SCR y STR tienen muchas similitudes pero también diferencias.
Algunos lectores se habrán quedado fríos al hablar de un modelo de media cilindrada pero las Eight Mile, con sus 47 CV, dan todo de sí en las carreteras españolas. Hemos hablado de dos versiones, la Street y la Scrambler, que comparten motor y parte ciclo pero tienen algunas diferencias que las hacen apuntar hacia un público bastante dispar. Eso sí, ambas pueden ser tu arma secreta ante un viaje sobre dos ruedas.

Para comprobarlo no hay mejor plan que una escapada de fin de semana, en plena ola de calor, por la ruta de los contrastes de Huesca. Para ello contamos con la inestimable ayuda de los amigos moteros de Ruralka On Road y sus establecimientos adheridos del grupo Sommos Hoteles.

Una ruta de altas temperaturas

La ruta planteada buscaba descubrir una de las zonas más desconocidas para los moteros de Catalunya y Madrid. Casi a medio camino entre ambas ciudades, esconde la llamada “ruta de los contrastes”, una propuesta que surgió de los aliados de todo motero: Ruralka On Road. Este agregador de hoteles y casas rurales, utiliza su conocimiento y pasión por las dos ruedas para plantear experiencias de lo más interesantes. Además, aprovecha la vertiente hotelera con establecimientos motofirendly para crear salidas cómodas y funcionales para las dos ruedas. Sin olvidar, por supuesto, el momento de la mesa.

La primera parada de la ruta nos llevó a Bodegas Sommos, un paraíso en medio del desierto.
Nuestro grupo arrancó por separado, algunos partimos de la capital el viernes e hicimos una parada muy cerca de Calatayud. Así, al día siguiente, podríamos encontrarnos en un punto intermedio planteado por estos organizadores de ruta. La idea era disfrutar de un menú degustación en las increíbles Bodegas Sommos, ¡y vamos si lo hicimos!. Llegamos con apenas unos minutos de ventaja y muy pronto se unieron el resto del equipo: Berta Doria, de Mujeres Moteras, Eduard, Xavi Fábregas, un apasionado de los kilómetros y Judith Florensa, periodista y embajadora de la Macbor Eight Mile.

Todo fueron facilidades en la Bodega, que es como un oasis de verde y de arquitectura sofisticada a poca distancia de Barbastro. Tras llenar el buche, algo que todo motero tiene como norma en una escapada, pusimos rumbo al siguiente destino. En plena ola de calor, y con datos históricos en Huesca, nos las vimos y deseamos llegar hasta el mirador del cañón del río Vero.

Las vistas merecieron la pena pero la temperatura nos hizo retomar rumbo a los pocos minutos. Además, nos esperaban las mejores curvas del fin de semana y para ello ya había elegido mi versión favorita, en gran parte por un tema de tamaño. Como sucede con unos mellizos, las Macbor Eight Mile 500 Street y Scrambler comparten más similitudes que diferencias.

Misma herencia, diferente comportamiento

Las Eight Mile comparten el bloque bicilíndrico de 47 CV y 43 Nm de par sobre las 6.500 rpm, un motor que no te dará sensaciones deportivas o altas velocidades pero que no está pensado para eso. Es más, si superas los 110 km/h con las Eight Mile puedes olvidarte de ver algo por el bonito y redondo retrovisor. Lo conocemos por su éxito en las Macbor Montana XR5, una trail de media cilindrada que ha situado a la firma en lo alto de las listas de venta del segmento.

A los mandos de las Eight Mile completamos más de 1.000 kilómetros en todo tipo de vías.
También tienen igual el chasis de acero específico para el bastidor, que es un 15% más liviano y un 40% más resistente según la marca. A nivel de sensaciones de conducción, convence por su ligereza y facilidad de movimientos sobre las Eight Mile. Características que la hacen recomendable como primera moto “grande” pero también para aquellos que deseen una compañera de viajes cómoda, afín a cualquier terreno y económica en un mercado al alza.

Los parecidos en la parte ciclo se refieren a las horquillas KYB invertidas, que ambas son de 41 milímetros de diámetro pero de recorrido distinto, y el sistema de frenos. Hablamos de 298 mm de pinzas flotantes Nissin de doble pistón delante y disco trasero de 240 mm detrás. Ambas comparten la posibilidad de desconectar el ABS con tres modos de actuación: ABS ON, ABS OFF y desconectar solo la rueda trasera.

Ambas motos tienen la posibilidad de desconectar el ABS pero la SCR tiene más estilo off-road.
Hasta aquí sus elementos idénticos. Por empezar con alguna de ellas, lo haremos con la más especial y singular de la oferta comercial: La Scrambler. Este concepto nació hace más de 70 años en tierras británicas y, en esta moto es sinónimo de polivalencia, sin llegar a ser perfecta en carretera o tierra cumple a la perfección en ambos terrenos. Para conseguirlo, la SCR tiene un recorrido de horquilla de 195 milímetros, frente a los 155 mm de la STR. Además, de las llantas de radios de 19 pulgadas con neumático mixto en comparación a las Pirelli MT60 de 18 pulgadas de la Street.

La diferencia clave

Estos cambios afectan también a sus dimensiones, en concreto a la altura. La Macbor Eight Mile 500 Street mide 790 milímetros, una distancia al suelo ideal para los moteros más bajitos. En mi caso, con 1,60 metros de altura, llegó con las dos puntas de los pies. La Scrambler, en cambio, mide 820 milímetros y supone tener que llegar demasiado justo si no mides más de 1,70 metros. Una dieferencia que, si estás pensando en utilizarla como moto única, te hará decidirte por la más asfáltica.

La Eight Mile 500 STR es más baja, 790 mm, así que la recomiendo para moteros pequeños.
Eso sí, no podemos negar lo agraciada que es la Scrambler con los detalles específicos de los radios cruzados en la llanta de 19 pulgadas completada por neumáticos mixtos, el cubrecárter de aluminio que envuelve la zona baja de moto y los tonos disponibles en gris y rojo. Además, esa horquilla delantera es regulable en precarga, compresión y extensión junto a la regulación del amortiguador trasero de 200 milímetros. Algo que no sucede en la Street, que se conforma con 165 milímetros de recorrido para el amortiguador de atrás.

Los precios, eso sí, también son diferentes. La Macbor Eight Mile 500 Scrambler sale desde 6.599 euros, mientras que la Street, disponible en tonos amarillo, negro y rojo, sale desde 6.299 euros.

Una ruta cinco estrellas

Sea cual sea tu elección, a continuación os confirmaré la mía, puedes aprovechar cualquiera de las dos Eight Mile para realizar una ruta como la nuestra. En ese sentido, no podemos más que agradecer la implicación de Ruralka On Road y la facilidad que nos concedieron a la hora de encontrar un hotel a medida como el SOMMOS Hotel Anneto, en pleno centro de Benasque y con unas instalaciones que te recargará las pilas al instante.

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Llegamos al destino con energía suficiente para disfrutar de su oferta, empezando por el Spa de belleza alpina que nos dejó atónitos. La cena de productos de proximidad nos ayudó a recuperarnos tras un día de calor extremo y pasear por los alrededores de un casco histórico, repleto de tiendas centradas en deportes de montaña y productos para disfrutar de la naturaleza. No pudimos evitar hacernos con uno de los vinos tintos de la bodega SOMMOS, que cargamos sin problema gracias al espacio de carga de unas alforjas Shad (disponibles en Motocard desde 126,61 €)de lo más cómodas, amplias y fáciles de instalar en las Macbor Eight Mile 500.