Nunca es tarde si la dicha es buena. Así podría describirse la relación de la marca Seat con el segmento SUV. Y es que la marca española no tenía ningún coche de estas características en el año 2016, cuando el resto de competidores ya contaban con una amplia oferta de todocaminos en su catálogo para satisfacer la insaciable voracidad del cliente europeo con respecto a estos coches elevados.

Fue entonces cuando Seat anunció el lanzamiento del Ateca: un SUV con una atractiva línea de diseño; construido como el León sobre la plataforma modular MQB del Grupo Volkswagen, lo que a priori aseguraba un buen rendimiento dinámico; con los últimos avances técnicos y tecnológicos de la marca; y con una extraordinaria relación calidad precio. Ingredientes que sirvieron para cocinar un éxito que catapultó a Seat en el segmento SUV, animando al lanzamiento de nuevos modelos como el pequeño y urbanita Arona, que llegó dos años después, o el gran Tarraco de siete plazas, comercializado este mismo año. Se puede decir por tanto que la marca español ha pasado de la nada al todo en un tiempo récord gracias a su buen trabajo.

Prueba conjunta

Seat disfruta en la actualidad de una gama SUV que da respuesta a cualquier tipo de necesidad, ya que dispone del urbanita Arona, del compacto Ateca y del gran Tarraco de siete plazas. Una oferta polivalente que merecía ser probada en conjunto y en distintos contextos para ver si realmente era capaz de satisfacer las demandas de cualquier usuario.

Por esta razón, NeoMotor citó a seis de sus expertos en motor para completar una ruta al norte de Madrid con la que poder extraer las mejores conclusiones de cada uno de los modelos tanto en su hábitat "natural" como en condiciones adversas a su condición. Sólo así pudieron constatar Javier Pinés y Róber Martí que el Arona es tan válido para serpentear por las angostas calles de Buitrago del Lozoya, Lozoyuela o Canencia, como para disfrutar de su confort en carretera ida y vuelta a la capital de España. Caso similar al de Raúl Rodríguez y Jose Bernardo Pino, que constataron la excelencia del Tarraco en vías de alta velocidad, pero también su manejabilidad en cascos urbanos y las capacidades off-road más allá del asfalto. Finalmente Jorge Doménech y Pepe Barba ratificaron la polivalencia y el equilibrio del Ateca, que por sus condiciones es perfecto para cualquier tipo de uso: urbano, extraurbano y todoterreno.

Seat Tarraco: hermano mayor

Un hermano mayor suele ser una especie de líder que guía el camino, y eso es más o menos, lo que es el nuevo Seat Tarraco. El modelo cogió todos lo bueno de la familia SUV de Seat para combinarlo y ver nacer a todo un referente en su segmento. Por si no fuera poco, ofrece una idea de por donde irá el nuevo lenguaje de diseño de la marcar, dando como resultado un vehículo apto para todos los usos y para todas las superficies.

Una de las características que mejor definen al Tarraco es la de la polivalencia, ya que podríamos definirlo como un "todo en uno". Por un lado la posibilidad de incorporar dos plazas más, convirtiendo el vehículo en un siete plazas. Sí, es cierto que para personas corpulentas o con altura es mejor que vayan en las plazas delanteras, pero son dos plazas que pueden sacarte de algún apuro.

Fácil conducción

Podría parecer complicado de usar un vehículo de 4,73 metros de longitud, pero la realidad es totalmente diferente. Las ayudas a la conducción permiten que el manejo del vehículo sea muy sencillo. Ayudas que, además, alcanzan incluso un alto grado de conducción autónoma, ya que el vehículo puede mantenerse en los carriles, incluso tomando las curvas. Lógicamente esas mismas ayudas a la conducción nos obligan a coger el volante pocos segundos después.

La estructura de los asientos permite que el conductor se adapte muy fácil al vehículo. En viajes largos cuesta sentir el cansancio, y únicamente la prudencia de tomar un descanso cada dos horas hace que nos bajemos del automóvil. El cuadro de mandos digital ofrece mucha información, incluso podemos reflejar el navegador, evitando que tengamos que cambiar la vista hacia la consola central. Además, la pantalla es totalmente configurable.

Dentro de las múltiples ayudas que ofrece el Seat Tarraco, destaca la cámara 360º que hace fácil aparcar en huecos pequeños. Para aquellos conductores que no quieran echar mano del asistente de aparcamiento, la visión total que tenemos nos permite, incluso, aparcar visionando únicamente la consola central.

Si las plazas delanteras son amplias y cómodas, las traseras permiten alojar a tres pasajeros de forma confortable, debido a la magnífica batalla del vehículo, que le confiere unas dimensiones altamente aprovechables. La opción de disponer de dos plazas traseras y configurar el vehículo con siete plazas es un extra que hay que tener en cuenta. Los niños son quienes mejor se lo pasan en esas plazas, ya que su agilidad y elasticidad les permite acceder de forma cómoda y sencilla. Está claro que para un uso diario y continuado es una opción compleja, pero como es algo que no sucede habitualmente es un añadido que se valora muy positivamente.

Puede con todo

De serie, el Seat Tarraco incorpora la tracción delantera, lo habitual para la mayor parte de los conductores, que no suela hacer monte. Sin embargo, para los más aventureros, y en las versiones avanzadas, el nuevo Tarraco permite la opción 4Drive para adaptarse a las circunstancias del terreno. Ofrece seis tipos de conducción diferente. La primera de ellas es la normal. Le sigue en conducción "Eco", dirigida a aquellos que buscan la máxima eficiencia. Si se quiere conducir por pistas fuera de las carreteras convencionales está la opción "Off Road", y si se afrontan tramos nevados está la opción "Snow". Finalmente, para los más deportivos se ofrece el modo "Sport", que configura el coche a su nivel más extremo, para disfrutar al máximo de una conducción deportiva.

En esta ocasión probamos la versión diésel con un motor 2.0 TDI de 190 cv, equipado con una caja de cambios automática DSG de siete velocidades. No cabe duda de que es una combinación perfecta en donde podemos sacarle un gran rendimiento al vehículo, muy estable y con una firmeza al suelo que inspira una gran confianza.

Los consumos son ajustados a la potencia que desarrolla, pero está claro que con vehículos como este las sensaciones están por encima de otra apreciación, y casi siempre nos vamos a decantar antes por el modo Sport que por el Eco. Es un motor muy elástico, que recupera desde muy abajo, ayudado en todo momento por la caja de cambios DSG que permite disfrutar de una conducción alegre.

Seat Arona: puerta de entrada al universo crossover

Dentro de esta familia SUV que Seat ha armado en los últimos años, el Arona defiende el pabellón de la marca española entre los crossovers de tamaño más pequeño y se presenta como la puerta de acceso a esta exitosa gama. Una categoría en boga (su peso en el segmento B cada vez es mayor) y en la que, a pesar de la etiqueta 'urbano' que suele acompañarle, prima la polivalencia, la flexibilidad interior, un diseño apetecible y un buen equilibrio entre prestaciones y consumos. El Arona, que mes tras mes está entre los más vendidos en España, ofrece eso y algo más.

Analizándolo en el contexto de este catálogo SUV de Seat, tiene la ventaja de que, por su tamaño, puede presumir de un mayor dinamismo. Es cierto que su medio natural, la ciudad, se desenvuelve con impecable soltura, pero insistimos que su radio de acción no termina ahí. Todo lo contrario. El Arona puede ser un gran compañero de viaje en largas distancias o todo un cómplice a la hora de sacarle el jugo a una carretera de curvas. El ADN Seat sale a relucir en estas condiciones, con un comportamiento neutro y estable.

Alta eficiencia

El motor 1.0 TSI con el que hemos vuelto a encontrarnos en esta ruta 'en familia' encaja bien en este modelo. Ahorrativo si se pretende, llevándolo a un régimen más vivo da pie a esa vertiente más dinámica que sale a relucir en el Arona a poco que le busquemos las cosquillas. De las tres vertientes mecánicas gasolina que la marca de Martorell ha dado al Arona, se trata de la intermedia por encima de la 1.0 TSI de 95 cv y por debajo de la 1.5 EcoTSI de 150 cv, y también una de las más convincentes por su equilibrio entre prestaciones y precio.

Habitáculo de coche "grande"

Como el resto de sus hermanos de gama SUV de Seat, el Arona convence a través de un interior que saca el máximo partido a la morfología de su carrocería, pero también por un puesto de conducción bien terminado y fresco. Es también destacable poder disponer en un coche de su tamaño de un alto componente tecnológico en un sistema multimedia con máxima (y sencillísima) conectividad y componentes que aportan valor y confort como el cuadro de instrumentos digitalizado. Aporta personalización en la visualización de los datos de conducción, incluso el navegador, y es el resultado de una fuerte apuesta por la digitalización que Seat viene haciendo desde la anterior generación de su Ibiza.

Junto a la pantalla multimedia central permite una integración natural de las funciones derivadas de la conectividad, pero también de algunos asistentes. A propósito de este display que preside el centro del salpicadero, combina de forma idónea los dos botones convencionales con la tecnología táctil. Esa distribución y la separación de otras funciones como la climatización favorecen la sencillez de uso y cualquier despiste mientras se conduce.

Seat Ateca: la opción más equilibrada

Seat debutó en el mundo de los SUV con el Ateca, modelo que milita en el segmento C y que toma como base el excelente León –misma plataforma que el VW Golf o el Audi A3-. Entró pues justo por el centro de la categoría, para completar luego su oferta SUV con el Arona por debajo y, más recientemente con el Tarraco, por encima.

Esto confirma lo equilibrado que resulta en todos los sentidos, comenzando por el tamaño y continuando con su destacable interior donde la habitabilidad y capacidad de maletero le sitúan entre los más destacados de la categoría. Como cabría esperar, Seat ha dotado a su Ateca de un amplio abanico de posibilidades mecánicas, gracias al extraordinario banco de órganos del todopoderoso Grupo VW. Así podemos escoger entre tracción delantera o total, motores gasolina o diésel y cambios manuales o automáticos. El conjunto se completa con varios niveles de equipamiento para configurar el Ateca que mejor se adapte a nuestras particulares necesidades.

Con todo, lo que más nos gusta del Ateca es la excelente puesta a punto que Seat ha conseguido, con una generosa altura al suelo –unos 19 cms. dependiendo de la versión y llanta escogidos- que autoriza salir a caminos con más seguridad y soltura que la mayoría de sus rivales, sin que ello le perjudique en absoluto en el asfalto, donde hace gala de un aplomo y agilidad destacables. Dinámicamente es un coche muy estable, bastante ágil de dirección y con una buena capacidad motriz. Su comportamiento dinámico es como el de un turismo, gracias a una dirección precisa, un chasis bien equilibrado, a la electrónica y a una suspensión más bien firme.

Para completar una excelente dinámica sobre cualquier superficie, la más completa oferta motriz y nada menos que ocho niveles de equipamiento, que le permiten competir con solvencia con cualquier modelo de la categoría –algunos mucho más caros-, el Seat Ateca ofrece, en la mayoría de las 48 versiones en las que está disponible, la mejor relación precio/producto de su segmento.

Mucho donde elegir

Este SUV de 4,36 metros de longitud está disponible con motores de gasolina y diésel con potencias que van desde 115 hasta 190 cv. Hay versiones con tracción delantera o total, y con cambio manual o automático, mientras que a su vez está disponible con diferentes niveles de acabado.

Entre sus cualidades nos encontramos una gran habitabilidad interior. Se trata de un coche generoso en cuanto a espacio para sus ocupantes delanteros y traseros. Además, el maletero es de 510 litros en la versión 4x2 y ofrece una superficie de carga amplia y despejada. Resumiendo, podemos decir que el Seat Ateca se ha convertido en un superventas desde el primer día de su comercialización por su excepcional equilibrio y polivalencia. Es un todocamino ideal tanto para el día a día como para las escapadas de fin de semana por su excelente comportamiento en todos los contextos. En ciudad es cómodo y fácil de conducir; en carretera ofrece el confort digno de una berlina y en tramos revirados hace gala de un dinamismo inusual en modelos de carrocería elevada. Y todo ello acompañado de un diseño atractivo y un interior vanguardista.

https://neomotor.sport.es/revista-neo/gama-seat-tgi-seat-explora-el-potencial-del-gnc.html