Una nueva pantalla: puestos de conducción virtuales
Con la llegada del 5G, también llamado el "Internet de las cosas", los instrumentos de visualización también serán capaces de informarnos de lo que están diciendo otros coches e incluso la infraestructura vial.
Uno de los principales desafíos ante el que se encuentran los diseñadores de interiores de las firmas automovilísticas es integrar en el puesto de conducción un número de tecnologías que crece de manera exponencial lustro tras lustro. Por ello, los cuadros de instrumentos digitales, los head-up displays y otra serie de pantallas que envuelven al piloto dejaron de ser hace años componentes superfluos para convertirse en elementos necesarios.
Hay muchas razones que explican el rápido desarrollo y 'popularización' de los llamados puestos de mando virtuales. La escalada tecnológica ha multiplicado el número de estímulos visuales a los que está sometido el piloto y, también, el número de controles que están a su disposición.
Las pantallas e incluso botones y superficies táctiles, así como los volantes multifunción han atajado ese segundo efecto reduciendo incluso al mínimo el número de interruptores. Es más, la tecnología táctil ha hecho posible crear interiores de lo más minimalista pero con las mismas, e incluso más funciones, que los clásicos interiores con infinitas botoneras analógicas.
La conectividad, la electrificación y los avances que se producen en seguridad activa y la conducción autónoma –cada uno de manera independiente– requieren de instrumentos de visualización complejos y dinámicos capaces de, mediante un interfaz intuitivo, establecer un rápido vínculo con quien está al volante que, a su vez, ha de ser capaz de interpretar la información que recibe. Debe saber qué está sucediendo y qué le está diciendo su coche.
El siguiente paso
Pronto, todos estos instrumentos de visualización también serán capaces de informarnos de lo que están diciendo otros coches e incluso la infraestructura vial (comunicación 'Car-to-X'). A medida que las marcas sigan escalando hacia el nivel 5 de conducción autónoma se va a sacar aún más partido de toda superficie que está en pleno campo de visión del piloto. Hablamos de los parabrisas con realidad aumentada y gráficos en tres dimensiones que, dicen, llevarán la seguridad y los asistentes a la conducción –literalmente– a otra pantalla.Volviendo al presente, los puestos de conducción virtuales ofrecen también la ventaja de que el conductor puede escoger el modo de visualización. Así, en un trayecto que desconoce, puede poner en primer término la información del navegador o, en una conducción deportiva, activar uno en el que datos de conducción como la presión del turbo, la velocidad o la marcha engranada estén en primer plano. De hecho, muchas versiones deportivas o de altas prestaciones recurren a estos modos de visualización como uno más de sus encantos.